Un grupo de personas roció con combustible y quemó vivo a un hombre acusado de ser el líder de una banda que robaba motos en la localidad de Entre Ríos, Bolivia.

Este es el segundo linchamiento que ocurre en los últimos tres días y ocurrió el lunes por la tarde.

Los residentes de la zona capturaron al hombre e identificado como "El Negro" según medios locales, quien fue llevado hasta la cancha del pueblo, le quitaron la ropa y luego de golpearlo, lo rociaron con combustible y prendieron fuego.

Mientras esto ocurría, los policías locales dialogaban con otro grupo de gente que había capturado a otros dos presuntos integrantes de la banda de "El Negro", tras ser descubiertos intentando vender una moto robada.

El pasado sábado, en la región amazónica de Beni, un hombre de 37 años fue golpeado y ahorcado por otro grupo de gente que lo acusó de haber violado a una niña de cuatro años que falleció después de la agresión sexual.

Los casos de linchamientos son relativamente habituales en el área rural y algunos barrios periurbanos de Bolivia, y según la Defensoría del Pueblo, en 2015 se produjeron 32 intentos, de los que cinco terminaron en muerte.

En ocasiones, quienes cometen los linchamientos se justifican por la "justicia comunitaria", reconocida en la Constitución boliviana de 2009, pero las autoridades han explicado varias veces que ese sistema judicial no admite castigos brutales ni la pena de muerte.