Junto con respaldar las declaraciones de James Hamilton- quien calificó como criminal al ex arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, desde Nueva York, otro de los querellantes del caso Karadima, Juan Carlos Cruz, manifestó que el cardenal realizó una defensa corporativa de la Iglesia, al tener conocimiento de los abusos desde el año 2003 y no hacer nada al respecto.
"Errázuriz nunca nos quiso recibir, como lo hizo monseñor Ezzati el viernes pasado. El estaba haciendo una defensa corporativa de la Iglesia, donde las víctimas no importaban y donde más importaba el principio de la Iglesia. Entonces es lamentable porque el cardenal sabía por lo menos desde el 2003. Había desde el año 2000 métodos para tratar los casos de abusos sexuales y psicólogos en niños y jóvenes vulnerables, sin embargo, nunca aplicó nada", dijo en entrevista con ADN Radio.
El denunciante afirmó que hace años acudió donde el obispo Fernando Chomalí, quien, a su juicio, conocía las denuncias de abusos. "Y tampoco hizo nada". En ese sentido, Cruz señaló que el silencio de los miembros de la Iglesia en este tema "me parece espantoso, no tiene nombre".
"Hay que tener dos dedos de frente para darse cuenta que si varias personas están denunciando que hay abusos de todo tipo por parte de un personaje, en este caso Karadima, que está siendo encubierto por un montón de otra gente. Hay testimonios que monseñor Errázuriz el 2006 le dijo a Karadima, 'mira, hay una denuncias contra tí, pero yo no las creo' y después un montón de hechos así. Me parecen unas omisiones gravísimas que pueden ser criminales. Cuánta gente quizás fue abusada después de esto porque no se paró a tiempo", puntualizó.
Respecto a las palabras de Errázuriz, quien declaró que "distintos pareceres no van a provocar un quiebre en la Iglesia de Santiago", Cruz precisó que sí existe una ruptura en la institución. "No hay dudas que hay fricciones en la Iglesia Católica chilena. Aunque exista en la Iglesia esa gente que todavía no reacciona, que no toma una decisión determinada, de acorde a lo que le pide la Iglesia, de estar con la Iglesia y con la Santa Sede (...) también hay que darse cuenta que existen sacerdotes maravillosos. Hay más curas buenos que curas malos, porque esto, están pagando justos por pecadores".