El temporal que azotó durante los últimos días la zona norte del país terminó por arrebatarle a Cobresal lo único que le quedaba, El Cobre. Y el cuadro minero se despedirá de Primera ante Colo Colo haciendo de local en La Serena, lejos de casa. Hace exactamente dos años, los aluviones también habían alejado al conjunto albinaranja de su entonces inexpugnable feudo, pero aquella vez, tras las lluvias, había lucido más estrellado que nunca el cielo del campamento. La luz de aquel Clausura 2015 hoy apenas alumbra. Por eso Rubén Vallejos (49), el técnico que aterrizó en El Salvador a falta de seis fechas para tratar, sin éxito, de obrar el milagro de la salvación, prefiere hablar de cosas terrenas. De profesionalismo, dolor, esfuerzo. El Camión, otrora implacable goleador, conversa con La Tercera en vísperas de la jornada decisiva del Clausura, que tendrá en el descendido Cobresal a uno de sus inclementes jueces.
Tras 16 años, Cobresal va a la B. ¿Cuesta asimilarlo?
Sí, sin dudas. Es muy duro. Pero siento que no pudimos despegar porque no logramos mantener la regularidad. Se hizo cambio de técnico dos veces, yo fui el tercero, y nos hicimos muy poco fuertes en nuestra casa. Así es difícil.
Asumió el 10 de abril. ¿Un regalo envenenado?
Yo lo comparo con cuando uno tiene amigos que sólo están en las buenas contigo. Hay que estar en las malas. Yo pertenecía al club hacía cuatro años y no me podía negar a venir. El problema es que estábamos contra el tiempo. Y logramos igualar los puntos del técnico anterior, pero hubo poco tiempo de trabajo, muy poco.
¿Cómo ha vivido el equipo esta última semana?
Ha sido muy doloroso y eso se ha notado también en el trabajo, pero los chicos han sido muy profesionales con lo que les pedimos. Porque el dolor sigue estando, es algo que tiene el fútbol cuando te estás jugando ser campeón o cuando estás peleando un descenso. Hay un dolor tremendo ahora, pero desde el día que terminó el partido en Valparaíso, ya nos pusimos a planificar éste. Y queremos terminar de la mejor forma, queremos lograr el mayor número de puntos para terminar dignamente.
Qué diferente sería el partido de mañana si la última fecha los resultados hubieran sido otros, ¿no cree?
Absolutamente. Pero no deja de ser importante por eso. Los partidos hay que jugarlos y, en nuestro caso, con la idea de elevar el juego y el puntaje para terminar dignamente. Lo único malo es que nos han sacado de nuestra casa, perdimos la localía.
No era de los que les gustaba jugar en La Serena...
Siempre he dicho que la localía se debe mantener. Hay equipos que por ahí ceden y se van a jugar a otra cancha, pero yo creo que el equipo tiene jugar donde está, independiente de la cantidad de gente que vaya. Debe ser local en su reducto.
Este exilio es forzoso.
Claro. Están los caminos cortados y eso es un hecho innegable. Hay un bien superior que tiene que ver con la situación que ocurrió con la lluvia en El Salvador y en las zonas aledañas. Nosotros, con Wanderers, nos demoramos cuatro horas en subir desde Copiapó, porque la subida estaba muy mala. Por el acceso de Chañaral, por ejemplo, no hay ninguna posibilidad de llegar. Así es que obviamente siempre es mejor prevenir que lamentar.
¿Esa situación podría ser un aliciente motivacional para un equipo que no se juega nada clasificatorio?
Hay un tema motivacional ahí, que tiene que ver con la gente de la región, pero también con todos los que vibran de una forma u otra con Cobresal. Tenemos un compromiso con todos ellos.
¿Cómo se motiva a un camarín descendido?
Es que el profesionalismo va sobre todas las cosas. Los jugadores tienen que hacer su trabajo para no sentir que son mal mirados afuera.
Usted jugó en Colo Colo. ¿Queda algún sentimiento de ese paso?
Soy un agradecido a los 11 clubes en los que estuve de jugador, pero a mí el único que me llena es en el que estoy. En este momento sólo me importa Cobresal.
¿Quién se merece ser campeón, Colo Colo o la U?
Esto no es quién lo merece. Va a ser campeón el que lo haga mejor hasta el último partido. La U tiene que jugar un partido aún. Y Colo Colo. Y nosotros. Y todos vamos a intentar ganarlo.
¿Habrá novedades en el once considerando la tabla y que se trata del último partido en Primera?
Trabajo siempre de acuerdo a lo que veo en la semana. Y el último partido fue interesante, debimos haber sacado mejor resultado. Son muy pocos los cambios que hago cuando el equipo está bien.
¿Pasó el hombre del maletín por El Salvador?
No me interesa el hombre del maletín. Cómo vamos a esperar un maletín teniendo un club que nos paga el sueldo. Los jugadores tienen un salario por hacer su trabajo profesionalmente.
¿No llegó porque estaban los caminos cortados o porque no hay nada de eso?
Es que ese tema no me interesa en absoluto, no me gusta ni que se hable en mi equipo. Es algo que por la educación que me dieron no podría tampoco aceptar.
Pero asume que son jueces de este título, me imagino.
Claro, somos absolutamente conscientes de eso. Y de que es nuestro último partido y queremos que nuestro último partido en Primera sea el mejor.
¿Lo veremos el año que viene peleando por devolver a Cobresal a Primera?
Es lo que esperamos. Estamos en conversaciones. Nuestra labor ha sido interesante para los dirigentes. Tal vez la próxima semana se sepa. Ahora sólo vale pensar en hacer las cosas bien e intentar ganarle a Colo Colo con lo que tenemos.