Las crisis de la relación fueron varias. La primera en 2003, cuando el fantasma de Jecca Craig -una jovencita inglesa rubia y con estampa de maniquí, con la cual William había pasado unas vacaciones inolvidables en los terrenos de la familia de ella en Kenia- se interpuso en el affaire. En 2004, según el volumen William y Harry, la pareja decidió darse un tiempo. Kate se mantuvo sola, aunque el príncipe tuvo alguna amistad con atractivas niñas de sociedad. Pero el lapsus fue breve.
Sin embargo, para Semana Santa de 2007 ocurrió el quiebre más importante. Como otras veces, el hijo de Lady Di se sentía atrapado en la relación y no estaba seguro de lo que quería. Mientras que la versión oficial culpó de la ruptura a las imágenes de William con otras amigas publicadas en los diarios y a la instrucción militar del príncipe. Hasta que en junio del mismo año los pololos fueron fotografiados, juntos y bailando en el estadio Wembley al son de Duran Duran, en el recital que Guillermo y Harry lideraron en honor al décimo aniversario de la muerte de su madre.
Desde ese momento, la chica apodada "paciente Katie", debido a que nunca inició una verdadera carrera profesional para dedicarse a su romance con William, entró en tierra derecha para lo que ya era el centro de las apuestas en Inglaterra: su matrimonio con el príncipe.
Guillermo tomó la decisión en octubre del año pasado, y a los 28 años, la misma edad que tiene su novia. Ya se había graduado como piloto de helicópteros de búsqueda y rescate de la Fuerza Aérea Real Británica (RAF) británica. Echó a su mochila el mismo anillo con un záfiro rodeado por diamantes con que la fallecida Diana se comprometió en 1981 con el príncipe Carlos.
Y allí, bajo el cielo africano de Kenia que a Guillermo tanto le gusta, se lo entregó a Middleton, durante unas vacaciones. Finalmente.
El 16 de noviembre, en el Palacio de St. James, anunciaron el compromiso frente a una lluvia de flashes."Como ustedes pueden reconocer, al anillo de compromiso es el de mi madre... Es muy especial para mí y Kate es ahora muy especial para mí. Es la manera que tengo de asegurarme de que mi madre no se pierda un día como el de hoy; la emoción y la noticia de que vamos a estar juntos el resto de nuestra vida", dijo el futuro rey. Su novia no podía estar más conforme.