Histórico

Quién es Michael Haneke, el director ganador de Cannes

El director germano-austríaco del filme Amour, es probablemente el cineasta más importante hoy en Europa.

En 2009, el director germano-austríaco Michael Haneke ganó la Palma de Oro en Cannes por La cinta blanca, y ahora, tres ediciones después lo vuelve a conseguir con Amour, una cinta sobre la vejez y el amor de una pareja que comienza a vivir su última etapa en la vida. Es sólo el séptimo director que consigue dos Palmas de Oro en su historia, y nuevamente los periódicos hablan de que se trata del maestro más importante del cine europeo, aunque estos calificativos positivos no siempre han acompañado su carrera.

Dueño de una trayectoria que fascina y provoca rechazo entre la crítica y el público, Haneke ha buscado de manera obsesiva revelar los costados más oscuros  de las sociedades burguesas. Lo ha hecho desde la violencia, el sexo, la incomunicación, la inmigración y la maldad en estado puro. Con un estilo impasible y crudo, el director ha hecho un estilo en la contemplación seca, sin miedo a aburrir en ocasiones, pero donde la cercanía de las situaciones genera un estado de golpe en el espectador, sin respuestas preconcebidas.

Haneke debutó en 1989 en el largo, con El séptimo continente, luego de años trabajando en teatro y televisión. Consiguió notoriedad con su segunda cinta, Benny's video, donde ya estableció uno de sus temas, la violencia y el poder de las imágenes. En 1994 rueda 71 fragmentos de un cronología del azar, y en 1997 logra la consolidación con Funny games, cinta sobre el asedio de dos sicópatas a la casa de una familia, donde los someten a todo tipo de vejaciones, físicas y sicológicas. La cinta tuvo un remake estadounidense el 2009 con el mismo Haneke de director.

Luego de una desconocida adaptación de Kafka con El castillo, el director comienza su idilio con Cannes con Código desconocido (2000), ganadora del Premio Ecuménico del Jurado. Cinta ambientada en París sobre una serie de personajes, preparó el terreno para el que sería su consagración mundial: La profesora de piano (2001), durísimo filme sobre una reprimida profesora solterona que sin embargo, gusta de prácticas sadomasoquistas y atoflagelantes en el sexo. La cinta protagonizada por Isabelle Huppert y Benoit Magimel como un alumno obsesionado con ella, contiene descarnadas escenas y un desolación en los afectos que difícilmente tiene parangón. La cinta ganó el premio a la mejor actuación en Cannes para sus dos protagonistas, junto al de mejor director para Haneke.

Luego de una película fallida, El tiempo del lobo (2003), Haneke regresó con la que es probablemente su cinta más lograda en cuanto a impacto y contenido: Caché (escondido). La historia de un video entregado a la casa de un intelectual francés, donde sólo se ve la fachada de esta, a modo de una encubierta vigilancia, le permite al director indagar en las culpas, el resentimiento y la violencia que desprenden hasta los actos más inocentes, en una reflexión impactante por la minuciosidad de los elementos puestos en juego.

En el 2009, luego de ganar la Palma de oro en Cannes por La cinta blanca y ser nominado al Oscar como representante de Austria, finalmente Haneke se impuso ante todo público como uno de los cineastas más importantes de las últimas décadas, dueño de un estilo personalísimo como los maestros de la década del 60, pero sin nunca complacer al espectador con imágenes amables o confortables.

"Siempre hay que ver la posibilidad de la interpretación", dijo el director en la conferencia de prensa de Amour en Cannes,una respuesta que ha repetido insistentemente a través de los años. Con la Palma de Oro ganada por Amour, Haneke se transforma en uno de los directores más premiados en Cannes, desde el Premio Ecuménico del jurado en 2000, por Código desconocido, al Gran premio del Jurado en 2001 por La profesora de piano, la Palma de Oro al mejor director, premio Fipresci de la crítica y nuevamente Ecuménico del Jurado por Caché (Escondido), para coronarlo con la Palma de Oro al mejor filme y premio Fipresci por La cinta blanca, en 2009.

El caso chileno

La nutrida delegación chilena en Cannes fue monopolizada por el triunfo en la sección Quincena de realizadores, de No, la cinta de Pablo Larraín. El éxito de la cinta fue total, ya que en el certamen amarró la venta a 40 mercados internacionales, un récord para una cinta chilena realizada en un mismo lugar. Lo más llamativo fue la compra del estudio de Hollywood Sony Pictures Classics para una distribución masiva en EEUU, pero además la cinta fue comprada para su distribución en Francia, Alemania, España e Italia, entre otros países.

"No sólo la vendimos a la Sony Pictures Classics en EEUU, sino que a Wild Bunch en Francia, y en el resto de Europa son distribuidoras grandes que prepararán estrenos masivos. Hay distribución a 40 países, con ventas cerradas. Y a diferencia de veces anteriores, ahora en algunos casos se nos exige asistir a algunos de los estrenos", explicó Pablo Larraín.

En Cannes además logró notoriedad los proyectos en torno al ex presidente Salvador Allende, uno de Miguel Littin (Allende, tu nombre me sabe a hierba), y otro dirigido por el uruguayo Adrián Caetano y que será protagonizado por el humorista Juan Carlos "Palta" Meléndez.

También fueron presentados los filmes Sal en el Marche du Film; Quiero vivir su vida, de Luis Cifuentes, en La Fabrique les Cinemas du Monde. Alejandro Fernández, director de Huacho, integró el L'Atelier con su proyecto Matar a un hombre. Los realizadores Alan Fischer y Rebeca Gutiérrez participaron del Cannes Producers WorkShop, mientras que los cortometrajes Mi odio y amor por ti es infinito y Quiebre espontáneo en la simetría, integraron el Short Film Corner.

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