No hay mucho misterio sobre quién realizó los ataques de París de la semana pasada.
Los hermanos Said y Cherif Kouachi y Amedy Coulibaly alardearon públicamente sobre sus acciones asesinas antes de ser abatidos por la policía el viernes.
Pero la pregunta sobre quién está realmente detrás de ellos –si es que hay alguien- ha hecho que muchos se rasquen la cabeza tratando de encontrar respuestas, desde Washington a París, pasando por Yemen.
La confusión radica en que los Kouachi dijeron que fueron enviados por al Qaeda en la Península Arábiga, la franquicia del grupo extremista en Yemen, ahora conocida como AQAP.
Coulibaly, sin embargo, aseguró en un video que su lealtad estaba con Estado Islámico (EI), basado en Siria.
Más allá de compartir una ideología violenta de odio hacia Occidente, las dos organizaciones han sido, por años, rivales.
En Siria existe incluso una contienda abierta, en la que sus respectivos seguidores pelean por territorio mientras los líderes compiten por influencia global.
¿LOBOS SOLITARIOS?
¿Es posible, entonces, que los líderes de dos de las más peligrosas organizaciones yihadistas se hayan puesto de acuerdo en dejar de lado sus diferencias y cooperar en un ataque a Francia?
No es impensable, pero sí poco probable.
Bastante más posible es que con o sin la bendición tácita de ambos grupos, al Qaeda y EI, los tres atacantes decidieran utilizar sus recursos y planear los ataques ellos solos.
Tampoco es que fueran principiantes. Estaban todos conectados a redes yihadistas. Pero eso no es lo mismo que un plan formal, ideado y dirigido desde el extranjero, como fueron los ataques del 11 de septiembre de 2001.
¿DISCÍPULOS DE AL QAEDA?
Entonces, ¿cuáles son exactamente los vínculos entre al Qaeda y EI? No parece haber un denominador común acá, pero uno de los vínculos más influentes de los hermanos Kouachi pareciera ser Djemal Beghal, condenado por terrorismo, arrestado en Dubai luego del 11/09 y visto en contacto con Cherif Kouachi en 2010.
Se cree que Beghal, ciudadano francés de origen argelino, fue quien radicalizó a Kouachi en prisión luego de su condena por ayudar a enviar yihadistas franceses a pelear en Irak.
La conexión con Yemen la tiene el otro hermano Kouachi, Said, quien pasó una temporada en Yemen entre 2011 y 2012 para conocer a algunos de los operarios de AQAP, incluyendo al influyente Anwar al Awlaki. Aparentemente también recibió entrenamiento militar rudimentario.
El periodista e investigador yemení Muhammad al Kibsi dice que mientras estuvo en Yemen, Kouachi vivió con el denominado "atacante de los calzoncillos" de Detroit, quien fue condenado en Estados Unidos por tratar de detonar un avión en 2009.
¿Envió AQAP a Said Kouachi a realizar los ataques de París, como él y su hermano dicen? Si fue así, se tomaron un largo tiempo -más de dos años después de su partida de Yemen- para realizarlo.
VIDEOS AMATEUR
Además, sería extraño que una organización con un alto número de hábiles y bien producidos videos en internet no tuviera nada preparado para el caso.
Lo mismo ocurre con Estado Islámico, cuyos videos de altos estándares técnicos pero horriblemente voyeristas son realizados por un diseñador gráfico de Túnez educado en Suecia, según se cree.
En vez de eso, lo que hay es un crudo y artesanal testimonio de Amedy Coulibaly, el tercer atacante, hablando en un vacilante árabe con una bandera de EI y un arma automática detrás.
LA CONEXIÓN CON SIRIA
Investigadores creen que uno de los hermanos Kouachi pasó algún tiempo en Siria, posiblemente con EI.
De los 1.000 ciudadanos franceses que se estima han partido a unirse a grupos extremistas, cerca de 200 han vuelto.
En septiembre de 2014 el vocero oficial de EI, Abu Muhammad al Adnani, exhortó a los miembros de estos grupos a realizar ataques en sus países, así que es posible que el ataque a París fuera una reacción espontánea a este llamado.
Todavía es muy pronto para llegar a una conclusión definitiva sobre qué organización –si es que alguna- estuvo detrás de los ataques en París.
Pero la explicación más probable en este momento es que, a pesar de las conexiones con redes globales de yihadistas, este fue principalmente el trabajo de tres individuos, ayudados por cómplices aún buscados.
Todo con el estímulo posiblemente financiero, pero con poca dirección, del liderazgo de al Qaeda y EI en Pakistán, Yemen o Siria.