A pesar de las condenas dictadas hace cuatro años contra los responsables de la muerte de Daniel Zamudio, Fabián Mora ayer supo que dejaría su vida en reclusión.
Con 24 años, la misma edad de la víctima cuando se despidió tras una agónica lucha, el también llamado "Chupa" obtiene un beneficio que ha causado polémica y remueve la amargura de uno de los crímenes de odio que más han marcado al país.
El arrepentimiento y la posibilidad de rehabilitación para el acusado no convencen a todos. El término "insulto" se ha reiterado en lo que algunos consideran una injusticia para la figura del fallecido y para quienes lo amaron. Una injusticia para una comunidad completa que se ampara en la Ley Antidiscriminatoria que lleva su nombre.
"EN EL LUGAR Y MOMENTOS EQUIVOCADOS"
Fabián Mora, en aquel entonces estudiante de psicopedagogía en la Universidad de Las Américas, era el menor de los agresores de Zamudio. Y el que, según testimonios y lo que se acordó en las indagaciones, menos lesiones le habría causado.
Aunque en un comienzo se le vinculara con un movimiento neonazi junto al resto de los imputados, el joven pasó por varias tribus urbanas que contradicen la tendencia intolerante y homofóbica que le habría llevado a actuar.
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Fabián Mora, al momento de la detención.[/caption]
En su perfil de Facebook de la época manifestaba su gusto por la narrativa gótica y clásica. La diversidad y cualidades de sus pasatiempos y preferencias daban a entender que el residente de la comuna de Lo Prado no mentía cuando testificó que había sido presionado para golpear a Zamudio.
"Si yo me iba, me pegarían", aseveró en su testimonio. A su vez, contó haberle propinado dos patadas en las caderas al fallecido. En la misma instancia se presentó el anillo que Mora perdió durante la golpiza y la piedra de seis kilos con la que se atacó a Daniel.
Esa noche en el Parque San Borja, Mora fue atacado por intentar detener el ataque. Según lo presentado ante el juez, él recibió por parte de otro de los culpables, un golpe en el ojo que lo inhabilitó unos minutos.
Las intimidaciones a su persona continuaron tras el delito y la detención, cuando sus compañeros le amenazaron para que guardara silencio y firmara una carta para culpar de todo a Raúl López Fuentes.
Sin embargo, decidió confesar.
La vida de Mora ha estado marcada por la muerte. No sólo por el delito en que colaboró, sino por las pérdidas que lo han rodeado desde que era pequeño.
Se despidió de su madre a los 16 años, sin contar con la presencia de un padre.
Tres años después, la tía que se hizo cargo de él, falleció por la misma causa que su progenitora al padecer cáncer de páncreas.
A Fabián, entonces, le quedaba sólo su abuela, Rosa Morales Reyes, quien al momento de su detención se encontraba débil. En 2014, una insuficiencia renal crónica terminal también se la llevó.
La única petición del joven que se registra en Gendarmería fue, justamente, poder visitar a Rosa cuando estaba internada en el Hospital San Juan de Dios. Sin embargo, un paro cardiorrespiratorio de su familiar impidió un encuentro que tampoco pudo concretarse en el funeral.
Respecto a su futuro, Mora quiere vender la casa que heredó en Lo Prado e irse a otro lugar.
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Tumba de Daniel Zamudio, Cementerio General.[/caption]
LA RESOLUCIÓN
Fabián Mora no tenía antecedentes penales previos. Si bien en el juicio se determinó que participó junto a Patricio Ahumana, Raúl López y Alejandro Angulo en el homicidio de Zamudio, la investigación a cargo del fiscal Ernesto Vásquez dictaminó que tuvo un rol secundario en el hecho.
Inclusive, se resolvió que el menor de los implicados fue utilizado por el resto como coartada con la intención de responsabilizar a otras personas como autores de la agresión.
Aquellos factores, sumados a la declaración minuciosa que Mora otorgó a la investigación y su confesión del delito, le concedieron sólo siete años de presidio mayor en su grado mínimo.
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Sin embargo, tras el cumplimiento efectivo de la mitad de la condena, una conducta intachable en el establecimiento penal, haber aprendido un oficio en talleres y la asistencia regular a la escuela, Mora fue beneficiado con la libertad condicional.
https://twitter.com/Movilh/status/791972255236579329
Haber sido encarcelado por cuatro años ha causado repudio en distintos sectores. Tanto el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), como la fundación Iguales Chile rechazan el beneficio que se le otorgó .
El resto de los autores de la brutal golpiza contra Daniel Zamudio continúan en prisión, dentro de rutinas que se caracterizan por las riñas, suspensión de beneficios e infracciones varias.