¿A quién invitarías a un crucero?

Ximena Chong

Fiscal

Elegiría un crucero "boutique" por el Río Amazonas (esos de barcos de lujo y para pocos pasajeros), un viaje a conocer la América profunda y la América aún virgen, una especie de viaje al pasado, y también al útero del continente.

¿A quiénes llevaría? Para inmortalizar los paisajes humanos y naturales con que nos vamos a encontrar, y a los ilustres pasajeros, a una fotógrafa sensible y cuyo trabajo me conmueve: Tina Modotti, también activista y luchadora social. Como la música no puede faltar, que suba a bordo la talentosa Madonna, quien sin duda nos deleitaría con sus canciones (que ya son un clásico), y sobre todo con su visión rupturista. La imagino liderando conversaciones llenas de polémicas, sarcasmo y humor negro (del mejor) con los restantes pasajeros. Llevaría a dos compatriotas: la sublime Violeta Parra (1917- 1967), que, me asiste la certeza, disfrutaría a fondo conocer a quienes aún habitan el paisaje Amazónico, intercambiaría con ellos sus conocimientos textiles, musicales, toda su plenitud artística, y a Teresa Wilms Montt (1893 - 1921) , nuestra precursora en el feminismo... Pienso en esas conversaciones con Madonna (como diría Federico Sánchez: a-lu-ci-nan-te). También suban a bordo dos de mis argentinos favoritos: el escritor Eduardo Sacheri y Ricardo Darín. El primero, un invitado que podrá documentar esta fantástica odisea, un conversador inteligente, un agudo crítico de la realidad, dueño además de una mirada del mundo que comparto. Hablaríamos de fútbol, del pasado, del futuro y de otras hierbas. Y Darín, un actorazo: simpático, inteligente, profundo. Los dos gozarían la compañía de mujeres con cuento, mujeres que se expanden más allá de lo que se espera sean sus fronteras.

Mary Rose Mac-Gill

Socialité

El destino de mi crucero sería Bali, ya que es el lugar más bello y mágico del mundo. Además, con lo lejos que queda, tendría mucho tiempo para conversar con mis invitados. Entre ellos, estaría Marta Cruz-Coke, primera directora de la Dibam y de la Biblioteca Nacional, porque, a mi juicio, es una de las personas que tiene mayor cultura de las artes en Chile. Sería un lujo tenerla y conversaríamos horas. También incluiría a la nueva alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, por su talento, capacidad y sabiduría. Considero que es una gran política y espero que, por el bien del país, haga una gestión maravillosa por su comuna. Como no puede faltar la música, estaría Wolfgang Amadeus Mozart (1756- 1791), ya que alegraría todo el viaje. Invitaría a Leonardo Da Vinci (1452 - 1519) porque considero que es el mejor pintor de todos los tiempos. Sería maravilloso rebobinar el tiempo y ver cómo hizo todas sus obras. Otro con quien me gustaría conversar durante el viaje es con el ex primer ministro británico Sir Winston Churchill (1874- 1965) porque era un gran, gran historiador y escritor para todas las edades y una de las persona que salvó a Europa del nazismo. Marlen Arens, por su talento y porque fue la primera chilena en ganar una medalla de plata en los Juegos Olímpicos. Y por último, pero no el menos importante, a Karl Lagerfeld, no sólo porque es el diseñador top del mundo, también por su gran sentido del humor y talento. Por supuesto con Choupette, su gato persa. Un grupo maravilloso al que, si se porta bien y como un niño bueno, también invitaría al periodista de esta nota porque me pareció muy amoroso.

Gabriel Ebensperger

Diseñador gráfico y autor del libro Gay Gigante

El crucero sería a Kerala, India. Es uno de los lugares del super verde y amistoso sur de India que me falta conocer y, según Buzzfeed, es el primer estado de India en lograr 100 por ciento de educación primaria, tiene la mayor esperanza de vida del país, en 2015 fue el primer estado en tener legislación para sus ciudadanos transgénero, entre otras cosas.

Mis invitados serían Hari Nef, una escritora, modelo y actriz transgénero estadounidense, porque tengo un instagram crush con ella. Es inteligente, atractiva nivel 2088, y divertida. Creo que es amor. Tina Fey, actriz, comediante y escritora porque en todo viaje necesitamos reír y que nos ponga en nuestro lugar a veces con sarcasmo duro. Como figura de autoridad materna griega, Tina es perfecta. Todos la respetaríamos y amaríamos por igual. Lena Dunham, guionista, directora y actriz, porque antes la odiaba, hasta que alguien me dijo "uno odia lo que le recuerda a uno" y desde ese momento Lena se transformó en mi amuleto de trabajo de amor propio. Ahora la amo profundamente. Nadaríamos en pelota después de comer hamburguesas veganas post medianoche y no nos juzgaríamos. Elizabeth Gilbert, porque es la autora de mis libros "de mina" favoritos: Eat, Pray, Love, The Signature Of all Things y Big Magic (a los que pusieron los ojitos blancos les mando besitos, denle mis saludos al patriarcado :*). Ella sería la hermana mayor muy divertida, pero con experiencia. Otro mérito por lo que gana su invitación: el año pasado se divorció del caballero del primer libro que cité arriba, porque su mejor amiga (la autora Rayya Elias) fue diagnosticada con un cáncer terminal y quiso dedicarse a estar con ella, se dieron cuenta que estaban enamoradas y ahora Gilbert es team LGBTQIA+. Rayya, su pareja, estaría también invitada, obvio. Chris Pratt, porque es mi actor gringo lindo favorito y sería el eye candy del viaje y mi BRO-mance. Necesito ese tipo de cariño/camaradería también. Y el saltador de trampolín británico Tom Daley, porque es el hobbit más hermoso y simpático del mundo acuático, me enseñaría a tirarme piqueros correctamente, dormiríamos cucharita y sería mi pololo de crucero.

María Teresa Ruiz

Astrónoma y Premio Nacional de Ciencias Exactas

No me gustan los barcos, me mareo de mirarlos, no importa de qué tamaño sean. Ahora, como es una ficción, supongamos me voy en un crucero por la costa Amalfitana (Italia) y que el barco no se mueve mucho, que se queda cerca de la costa para ver esos pueblos blancos que parecen casi de fantasía. Lo más importante sería ir con personas simpáticas, gozadoras y con tema como mi amiga Mariela Fajardo (casada con el también astrónomo José Maza). Nos reiríamos de las mismas cosas y no nos pararía la lengua. Ojalá fuera en el crucero Horacio Salinas, para que toque la guitarra y cantemos boleros de Lucho Gatica y canciones de la Nueva Ola. Me encanta cantar, pero tiene que ser en grupo, como solista no doy nunca en el tono. Me gustaría que Horacio nos contara sus aventuras en Italia cuando vivía en comunidad con el resto de los Inti-Illimani. También estaría allí Gabriel Valdés (1919 - 2011) , el mejor contador de historias que he conocido. Cuando estudiaba en Princeton en Estados Unidos, estaba allí su hijo y mi amigo Juan Gabriel, que también es un gran conversador y cuando su padre llegaba de visita teníamos entretención asegurada. Mi amiga Patricia Politzer, siempre informada quien seguro que tendría alguna copucha y cantaría con el grupo. Finalmente, disfrutando de todo, de la belleza y de la amistad, estaría Margarita Schultz, con quien he escrito tres libros sobre el Universo y es un gran aporte para el silencio acompañado. Ella nos haría notar los aromas y colores como si recién llegáramos a este planeta.

Mariana Montenegro

cantante del grupo Dënver

Iría a Isla de Pascua, porque nunca he ido y no es tan lejos (me daría miedo estar tanto tiempo mar adentro). Hay varias personas a las que me llevaría, porque me encantaría conocerlas (o haberlas conocido), pues admiro su trabajo. Burt Bacharach: es uno de mis compositores favoritos. Sus canciones son clásicos que han sido interpretados por grandes artistas como The Carpenters, Dusty Springfield, The Beatles, Barbra Streisand, Aretha Franklin y Tom Jones. Hayao Miyazaki, por hacer películas visualmente impactantes, por narrar historias mágicas inspiradas en folclore japonés, por abordar (y denunciar) la relación entre la humanidad y la naturaleza, por tener protagonistas mujeres fuertes e independientes y porque siempre hay personajes que vuelan. Barry White (1944 – 2003), porque es uno de mis intérpretes vocales, compositores y arreglistas favoritos. Michael Jackson (1958- 2009), por su discografía, por su voz, por sus bailes y por la historia de su vida. Margot Loyola (1918-2015), por haber recopilado música, bailes y costumbres de todo Chile, realizar un trabajo de investigación importantísimo, muy profesional y muy humano; y mostrarlo y enseñado de la mejor manera. Pedro Lemebel (1952-2015), por su literatura contestataria, marginal, por su discurso y por ser un de ícono del mundo homosexual.

José Manuel Allard

Director de la Escuela de Diseño UC

El crucero partiría desde Chiloé y navegaría a través de los canales del sur teniendo como destino final la Antártica, lugar fascinante que aún no he podido conocer. Entre mis invitados estarían Juan Carlos Castilla (biólogo y Premio Nacional de Ciencias) porque nos explicaría todo sobre la vida existente bajo el mar por donde navegamos. Jason Bentley (director musical y DJ del programa Morning Becomes Eclectic (NPR) para matizar el silencio austral con buena música. La chef Julia Child (1912– 2004) para que nos sorprenda con sus divertidas recetas. A Ignacio Sánchez, el rector de la Universidad Católica, ya que es un entretenido conversador y siempre es bueno llevar a un doctor a bordo y sinceramente se merece un buen descanso. A John Seymour (1914- 2004), autor y promotor de la vida autosuficiente, por si naufragamos o al explorador polar británico Ernest Shackleton (1874 – 1922), ya que estaría seguro de regresar con vida de todas las expediciones. A Angélica Bulnes, editora de este suplemento, porque no nos faltarían temas de conversación. Al filósofo Alfonso Gómez–Lobo (1940- 2011) por la sabiduría y empatía que tenía para abordar hasta la cuestión más simple, y por último a Donald Trump, para ver si entre todos logramos cambiar su forma de pensar. Si no tenemos éxito, podemos olvidarlo en el Cabo de Hornos o en las islas Georgias del Sur.

Nicolás López

Director de cine

Tomaría un crucero de Corea a Tokio, mi ciudad favorita. En él, llevaría a Woody Allen, que de seguro estaría neurótico y odiando todo el viaje, lleno de alergias y aburrido de tener que responder preguntas de fan de mi parte. Sería maravilloso para mí y de seguro una pesadilla para él. O quizá el respeto me haría quedarme mudo. Cosa que me ha sucedido en más de una ocasión con gente que admiro demasiado cuando ni siquiera me atrevo a selfiar. También llevaría al ilustrador erótico Milo Manara, para ver si logro convencerlo de que me regale un original y descubrir cómo funciona ese cerebro tan degenerado y maravilloso, que alimentó mi adolescencia y es parte fundamental de mi entendimiento del erotismo (y de todas mis perversiones). De seguro tendría tema de conversación con Woody Allen. A mis comediantes contemporáneos favoritos: Amy Schumer y Louis CK, para que alegraran/depriman las noches del crucero con su visión del universo. A Diane Keaton, la mujer más atractiva que ha existido sobre la faz de la tierra. Hablaría sobre sus libros, escucharía feliz todas las copuchas sobre su vida sentimental y la gente con la que ha trabajado. Sería una maravilla de crucero porque no hablaría nada y sólo me dedicaría a escuchar. Cosa que estoy aprendiendo después de tanta verborrea mal tratada de mi parte.

Juan Manuel Astorga

Periodista TVN y Duna

El sueño de un crucero tiene que ser rumbo al mar mediterráneo. No sólo por el clima, la comida o su gente, sino porque la historia de sus ciudades es excelente escenario para conversar con los compañeros de travesía. Parto por subir a Julio Verne (1828 – 1905). Fue mi Biblia de niño y cada página suya hacía explotar mi cabeza. Adoraría entender cómo se inspiró en tanta curiosidad para terminar siendo un estudioso de cosas que no habían pasado. Imaginó al mundo del siglo XX con una precisión casi angustiante. El cómo lo hizo me interesa, pero mucho más me gustaría saber qué estaría proyectando para el siglo XXII. Porque han sido mi banda sonora histórica, agrego a Mick Jagger y Paul McCartney. Que cuenten cómo sobrevivieron a décadas complejas de la música, después de haber instalado para siempre el rock. A quiénes admiran, en qué se inspiran, qué escuchan, a quiénes detestaron y qué se dirían uno al otro con un trago en la mano. Mucho se ha escrito sobre lo que pasó por la cabeza de Lenin (1870—1924), pero distinto sería escucharlo de su boca. Porque sin él, Karl Marx habría sido otra cosa. Cómo puso en práctica sus ideas sobre el comunismo, antes más teoría literaria que otra cosa. Qué ganas de comprender qué pensaría hoy quien instauró la dictadura del proletariado ante las crecientes protestas de la sociedad actual. Como no viajar con Barack Obama, ahora que queda desocupado. Cuánta historia detrás de esos ocho años del primer gobierno encabezado por un afrodescendiente en un país donde a los de su piel se les sigue discriminando. Tremendo animal político, maestro comunicacional, accesible y muy inspirador. Y la interna de lo que piensa ahora que EEUU queda en manos de Trump bien valen unos mojitos en este crucero. Porque apaña a todas, a mi primo Gonzalo Fuillioux. A sus 25 años ya pinta para crack del periodismo. Nuestras conversas son inagotables y se pasean por todos los temas imaginables. Tiene la mezcla perfecta de cultura y carrete. Es igualmente entretenido si nos vamos de charla o de copas. Inevitable subir a Ricarte Soto (1952- 2013). Me faltó el último viaje con él. El mejor amigo que alguien puede tener, con quien tuve las mejores, más largas y enriquecedoras conversaciones por años. Todavía se me hace corto el recuerdo de su aporte en mi vida. Y por último a Jaime Bellolio y Gabriel Boric. Antagónicos ideológicos, a ambos les tengo harto respeto. Los conozco bien y lejos de aburrir, las conversaciones con los dos siempre me han aportado al debate. Aunque la caricatura de los políticos chilenos dice otra cosa, con ellos hay menos discrepancias de las que se venden. Se complementan mucho en la discusión.