Fue su gran promesa de campaña: la construcción de un "muro grande, gordo y bonito" en la frontera con México. En cada uno de sus actos electorales, Donald Trump preguntaba a sus seguidores "¿quién pagará por el muro?". "México", era la respuesta que conseguía de sus eufóricos seguidores. Pero a dos semanas de que el republicano asuma la Presidencia el financiamiento de su polémica propuesta no está del todo clara.
Trump dijo ayer que México devolverá el dinero que Estados Unidos gastará para construir el muro fronterizo y criticó los reportes de prensa que afirmaron que los contribuyentes norteamericanos pagarán por la obra. En una entrevista con The New York Times, el empresario sostuvo que buscaría el reembolso a través de una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que agrupa a Estados Unidos, México y Canadá.
"¡Los medios deshonestos no informan que el dinero gastado en la construcción de la Gran Muralla (por razones de diligencia) será pagado por México después!", escribió Trump a primera hora de ayer en su cuenta de Twitter, tal como ha acostumbrado durante el período de transición.
CNN y otros medios reportaron ayer que el equipo de transición de Trump le había dicho a los republicanos del Congreso que el sucesor de Barack Obama prefería financiar el muro a través del proceso de asignación de fondos en abril. El plan de Trump, según adelantaron fuentes del Congreso a la cadena de televisión norteamericana, es echar mano de una ley de 2006, aprobada por el gobierno de George W. Bush, que autoriza la construcción de más de 1.100 kilómetros de "barrera física" en la frontera sur estadounidense.
Nunca ejecutada a plenitud, la ley no tenía límites de tiempo, ni contemplaba un techo en el kilometraje del muro o una definición del tipo de barrera, por lo que puede servir ahora como base legal para su construcción, apenas se consigan los fondos, consignó France Presse. Para financiarla, el equipo de Trump quiere introducir la cláusula en la ley presupuestaria. Los republicanos -que controlan las dos cámaras del Congreso- apostarían así a forzar a los demócratas a aceptar la ley para evitar un costoso -económica y políticamente- cierre del gobierno. La ley del gasto debe ser aprobada antes del 28 de abril para evitar una paralización del gobierno federal.
El representante republicano por Indiana, Luke Messer, consideró apropiada la idea de financiar el muro usando la iniciativa aprobada durante el gobierno de Bush. "Se trata de muchos dólares", pero es una cuestión de prioridades", expresó el legislador. Fuentes republicanas declararon que, en su época como senadores, tanto Obama como Hillary Clinton votaron a favor del presupuesto para el muro fronterizo.
Sumándose al debate, una de las principales asesoras del Presidente electo, Kellyanne Conway, confirmó ayer en el programa "Fox & Friends" que Trump quiere que México pague los costos en los que está incurriendo Estados Unidos y agregó que no se va a echar atrás con la promesa. "El va a construir esa muralla, y México va a tener que pagar por ella", reiteró.
"Nada ha cambiado desde nuestra perspectiva. El Congreso se está haciendo cargo por su cuenta de explorar diversas opciones para pagar el muro", dijo Conway, esta vez en el programa de CBS News "This Morning".
En el plan que hizo público en abril, Trump afirmaba que si México no hacía "un pago único de entre US$ 5.000 millones y US$ 10.000 millones" para sufragar la construcción fronteriza, frenaría las multimillonarias remesas que los emigrantes mexicanos envían cada año a su país y que constituyen la segunda fuente de ingresos de México tras las exportaciones automotrices, un sector también amenazado por Trump.
Pero el Presidente mexicano Enrique Peña Nieto dejó en claro durante la visita de Trump en agosto, que su país bajo ninguna circunstancia pagaría por la construcción del muro. La Presidencia mexicana declinó ayer realizar comentarios.b