A pesar de que la noche de la muerte de Michal Jackson Quincy Jones sentenció que "parte de mí se va con él", el compositor se refirió sobre el Rey del Pop como un artista que "no tenía tanto talento".

El productor de Thriller dio una entrevista al diario españo El País, y explicó que "después de trabajar con Louis Armstrong, Frank Sinatra, Nat King Cole, Billie Holiday, Aretha Franklin y, sobre todo, Ray Charles" no sentía celos del intérprete que falleció a sus 50 años, recalcando que Jackson "era grande, pero no jugaba en la liga de los que acabo de citar".

"Jacko compuso un montón de temas maravillosos. Luego yo los cogí y los llevé adonde tenían que llegar. Ése es el trabajo de un productor" dijo a la publicación, argumentando que "juntos" consiguieron el éxito. "Nadie lo había hecho antes ni nadie lo ha logrado después. ¿A quién le importa lo demás?", agregó.

El director, arreglista y productor estadounidense también se refirió sobre la muerte del intérprete -como consecuencia de una intoxicación por Propofol- y afirmó que nadie se lo esperaba. "Para mí fue muy duro", mencionó.

Jones también comentó que no veía a Jackson capaz de dar los 50 conciertos previstos en Londres, aunque puntualizó que el músico lo llamó muy emocionado cuando vendió las entradas en un par de horas y le dijo que lo haría por sus hijos.  "Su vida giraba en torno a sus hijos. Hablaba todo el tiempo de ellos", añadió.

Y lamentó: "Siento que se haya suspendido el concierto homenaje de Viena".

Jones, en tanto, se negó ha hablar sobre el color de la piel de Jackson y las las causas de su fallecimiento.