Es un rockstar del cómic del siglo XX. Un elegante caballero que decidió darle voz a una niña llamada Mafalda, divertida, suspicaz y con sopofobia, siempre cerca de un globo terráqueo interrogando al mundo: "¿Y Dios habrá patentado esta idea del manicomio redondo?".
Su creador, Quino, el dibujante argentino nacido hace 82 años como Joaquín Salvador Lavado, llegó ayer en la mañana al Centro Cultural Gabriela Mistral. Allí recibió la Orden al Mérito Cultural Pablo Neruda, que también han recibido el músico Ennio Morricone y la bailarina Pina Bausch, entre otros.
Quino no estaba solo: alrededor se fragmentaba el mundo de Mafalda en la muestra Quino por Mafalda, que se presenta en el marco del Festival Santiago a Mil. "Gracias por tan emotiva recepción", dijo Quino al entrar en silla de ruedas a la Sala de Artes Visuales del GAM, junto a la Presidenta de la República, Michelle Bachelet; Claudia Barattini, Ministra de Cultura, y Carmen Romero, directora ejecutiva de la Fundación Teatro a Mil.
El año pasado Quino vivió meses de festejos y conmemoraciones: se cumplieron 60 años desde que empezó a publicar y 50 desde la aparición de Mafalda, en septiembre de 1964, en el semanario Primera Plana de Buenos Aires. También recibió dos reconocimientos importantes: la Legión de Honor en Francia y el Premio Príncipe de Asturias, en España.
Ayer, el dibujante y maestro de generaciones estaba acompañado de su familia y autoridades, como Hernán Lombardi, Ministro de Cultura de Bs. Aires. Además, lo rodeaban seguidores, grupos de niños y artistas e ilustradores chilenos como Jorge Montealegre, Catalina Bu, Alberto Montt, Paloma Valdivia y Francisco Javier Olea.
"Quino es la piedra fundamental de lo que hago. Comencé a dibujar porque comencé a leer a Quino. El fue mi primer acercamiento a la gráfica, la plástica, la literatura y el pensamiento crítico. Es la semilla", dijo Alberto Montt, autor de En dosis diarias. "Quino es mi principal referencia. Muchas veces cuando voy a crear algo me pregunto ¿y cómo lo haría Quino?", agregó Olea.
Al recibir la Orden al Mérito Pablo Neruda, tras la entrega de una medalla y un diploma, Quino recordó que siendo niño, "el entretenimiento más frecuente era subir, en la casa donde vivía, a mirar la cordillera, que como se dice siempre, nos separa y nos une".
Luego fue el turno del discurso de la Presidenta Bachelet. "Con acidez o con dulzura Quino ha dibujado nuestra época. La guerra de Vietnam, la Guerra Fría, la amenaza nuclear, la carrera espacial... Gracias por su obra y por su dedicación a la humanidad". Discurso que dio paso a una ovación para Quino. "La vida puede ser mucho más bella si la tomamos con humor", dijo el artista y respondió ante las consultas sobre el atentado hace una semana al semanario francés Charlie Hebdo, que dejó 12 muertos, entre ellos varios dibujantes.
"Es terrible. Espero no vuelva a ocurrir, que esto se detenga en algún momento, que la locura humana sepa pararse a tiempo, aunque tengo mis dudas conociendo al ser humano. Lo que tenemos que hacer es no dejarnos intimidar y seguir luchando por la libertad".
¿De qué estaría reclamando hoy Mafalda? "De lo que ha reclamado todos estos años. Que seamos más sensatos, pero parece que la cosa empeora. Para quienes no somos creyentes siempre nos queda preguntarle a Dios por qué hay cosas tan mal. Pero nunca se sabe si somos hijos de Dios o Dios es hijo nuestro", dijo riendo.
Sobre su condición de "maestro", como ayer lo llamaban, Quino señaló: "Dicen que soy un maestro, pero ni siquiera terminé la escuela. Es una exageración. Yo leía los libros que tenían mis hermanos. Me formé muy mal. Todo mezclado, Shakespeare, tiras cómicas, Dostoievski, en fin...".
¿Cómo se lleva con las nuevas tecnologías?
Las comunicaciones cambian las ideas. Las mías son de un analfabeto. Me siento bastante analfabeto en el mundo de hoy.