Fue el 2-1 de un encuentro agónico, que se celebró con todo. Real Madrid se impuso ante Athletic Club con un sufrido gol de Álvaro Morata, quien marcó tras el rebote del portero Iraizoz.
Llamó la atención que Cristiano Ronaldo, a metros de la meta, levantó su brazo como si estuviera pidiendo offside. El "festejo" llamó la atención de diversos relatores a nivel mundial.