El día después de la derrota ante Uruguay tuvo a un cuadro chileno preocupado de recuperar a sus jugadores contusos, con un trabajo regenerativo.
Por la mañana, varios jugadores utilizaron las piscinas con hielo para mitigar los dolores. Luego, el cuerpo técnico les dio la orden de potenciar los descansos. Mientras que por la tarde, durante la práctica, realizaron un trabajo regenerativo, apuntando a llegar de la mejor forma a los dos partidos, o finales como le dicen en la concentración, que jugarán mañana ante Colombia y el domingo frente a Perú.
La idea no es otra que conseguir uno de los dos pasajes que quedan para el Mundial de Turquía, pues los "cafeteros" y Paraguay fueron los primeros en clasificar.
Vuelve Rabello
Para este momento decisivo, ayer el entrenador Mario Salas recompuso las convicciones del plantel. En una charla intensa, recalcó a sus jugadores la confianza que deben mantener en la apuesta futbolística que vienen mostrando. Además, junto a su grupo multidisciplinario, intentó levantarles el estado anímico y sicológico a sus futbolistas, remarcando que el éxito debe basarse en el trabajo grupal.
El DT sabe que los traspiés ante Paraguay y Uruguay hicieron tambalear el foco del plantel. "Meterse con los arbitrajes, que han sido malos en su mayoría para Chile, no es ahora el punto que debe enfocar al grupo en estas dos finales. Mario habló con los muchachos y se reforzó todo lo bueno que se ha hecho con los resultados que han conseguido", reconoció una fuente.
En la charla, el entrenador les reiteró su convencimiento en que el grupo tiene todo para lograr la clasificación al Mundial. Fundamental para esto es la reaparición de Bryan Rabello, pues Salas lo considera como un factor clave, algo que sus compañeros le hicieron sentir al jugador del Sevilla.
En la concentración, todos asumen que el mediocampista debe darle un plus especial al equipo y confían que lo haga mañana. "Contar con Bryan es una garantía. En cualquier momento te cambia un partido y eso lo necesitamos más que nunca, al igual que el esfuerzo compartido de todos ", confesó Felipe Mora.
La condición de líder de Rabello pesa en el camarín. Por eso en el cuerpo técnico asumen que su presencia en el campo de juego ayudará a sus compañeros a tener una recuperación anímica, más que futbolística.
El mismo jugador entiende esta responsabilidad sin presionarse, pues siente que cuenta con las herramientas necesarias para marcar las diferencias. "Bryan sabe que carga con las expectativas de llevar al equipo a una victoria que los acerque al Mundial, pero se abstrae, no se presiona y sabe que ese doble rol de líder en la cancha y de ser el encargado de encaminar a Chile a Turquía no le pesa, él es así", confiesan en su círculo. Mañana ante Colombia tendrá que corroborar todo.