Podría haber sido un instrumento de propaganda ideológica para un nicho, sin embargo, el cine de Rachel Perkins ha logrado tener calidad estética, ser masivo y transmitir un mensaje político. La realizadora australiana, de 43 años, ha construido su carrera con trabajos que muestran los problemas sociales de los indígenas de su país. Ella misma es uno de ellos. Hija de Charles Perkins, un conocido activista aborigen, la cineasta se inició a los 18 años, creando programas en lengua indígena para un canal local. Hoy tiene tres largometrajes, dos exitosas series de TV y un documental, que la han convertido en un referente de su generación.

La directora fue invitada a Chile para participar como expositora en la VI Cumbre de la Cultura, organizada por el Consejo de la Cultura y la Federación Internacional de Consejos de las Artes y Agencias Culturales (Ficaac), que finalizó ayer en la Estación Mapocho y donde se reunieron más de 70 expositores, entre gestores culturales, autoridades, artistas, directores de festivales y antropólogos, a discutir los nuevos desafíos del arte mundial.

Allí, Perkins habló sobre el liderazgo artístico y su experiencia relevando el tema indígena en el cine. Hoy, además, presentará a las 19 horas, en la Cineteca Nacional del Centro Cultural La Moneda, Bran Nue Dae (2010), un filme musical que narra el camino de un joven que debe romper con los estereotipos de su comunidad para lograr vivir a su propio modo.

"Creo que el cine tiene que resonar y tener significado para todo el mundo. El corazón de una cinta puede ser una historia de amor o una comedia, pero en un nivel más profundo, con más capas, puedes hablar de la identidad o la memoria de un pueblo", dice Perkins.

Entre sus trabajos más elogiados está First australians (2008), un documental de siete episodios, que es parte del currículum escolar y que narra la historia de los aborígenes, desde 1788, cuando comienza la colonización europea en Australia, hasta 1993, cuando se promulgan las primeras leyes de reparación de tierras aborígenes. "Mi historia familiar influyó en mi cine, pero también pertenezco a una generación de cineastas que toca estos mismos temas. Hubo mucho racismo en Australia y ahora el gobierno está abrazando la cultura indígena. La gente se siente orgullosa de su herencia", señala Perkins.

A la cabeza de la productora Blackfella Films, Perkins trabaja en la tercera temporada de la serie de TV Redfern now, que narra la historia actual de cinco familias en este barrio de Sydney, donde se concentra gran población indígena. Nominada a cinco premios de la Academia Australiana de Cine y TV, la serie cuenta con directores, productores y actores indígenas.

En Chile, el conflicto indígena no ha sido muy explorado por el cine. ¿Cómo podría cambiar esto?

En Australia, el cambio se produjo en los últimos 20 años. Mi predicción es que, en un tiempo más, la comunidad mapuche producirá sus propios cineastas para contar las historias que a ellos los representan. Eso será emocionante y Chile deberá reconocer esa identidad indígena.