Los niveles de radiactividad en los 80 kilómetros que rodean la planta de la central japonesa de Fukushima Daiichi han disminuido un 40 por ciento en el último año, según un informe del Gobierno nipón. 

Las mediciones se llevaron a cabo por parte de funcionarios del Ministerio japonés de Educación y Ciencia a un metro sobre tierra y también con un helicóptero que analizó el nivel de radiación del aire, durante un periodo de 12 meses hasta noviembre de 2012.

Según los resultados obtenidos, la radiación al nivel de suelo disminuyó un 40 por ciento de media en las 140.000 localizaciones donde se realizaron las mediciones. 

Además, los análisis mostraron como las sustancias radiactivas perdieron un 21 por ciento de su potencia de manera natural a lo largo de un año en la zona afectada en marzo de 2011 por el accidente nuclear más grave de la historia desde el de Chernóbil.

Los análisis realizados por el Gobierno japonés mostraron además que cerca del 20 por ciento de la radiactividad se ha desplazado fuera de los 80 kilómetros que rodean a la central.

Los expertos consideran que la lluvia ha podido arrastrar materiales contaminados a ríos y el océano, aunque fuentes del Ministerio reconocieron a Efe que este departamento no ha hecho un seguimiento para saber exactamente donde han ido a parar esas sustancias.

Unas 160.000 personas cuyas viviendas están en la provincia de Fukushima viven evacuados a causa del accidente, que llevó a declarar una zona de exclusión de unos 20 kilómetros en torno a la central.

La central de Fukushima Daiichi resultó seriamente dañada por el devastador tsunami del 11 de marzo de 2011, que causó más de 18.000 muertos o desaparecidos y arrasó la costa noreste del país, en la peor tragedia sufrida por Japón desde la II Guerra Mundial.