Ya son 1.500 las denuncias por fraude bancario en La Araucanía. Un fenómeno sin precedentes en el país  y llamado inédito por los fiscales que están trabajando en dar con los responsables de estos giros, muchos realizados hasta desde el extranjero.

De acuerdo a las cifras entregadas por el OS-9 de Carabineros a La Tercera, en 2009 se registraron 1.911 clonaciones de tarjetas ; 3.124 en 2010; y 6.190 el año pasado.

Ante esta alarmante situación, se identifican dos formas de clonación sin que el cliente se dé cuenta de este hecho. El primero de ellos consiste en la utilización de un skimmer, aparato que permite registrar toda la información de la tarjeta mediante la banda magnética. Una vez que el usuario coloca el plástico en el cajero automático, este aparato roba de inmediato los datos bancarios, a los que el delincuente tiene acceso para hacer transacciones, mediante la clave secreta que es grabada por una cámara que es instalada también en el dispensador.

La segunda forma es mediante un skimmer manual, que utilizan los sujetos cuando el usuario le entrega su tarjeta para realizar algún pago, como en restaurantes por ejemplo, y éste copia los datos de la barra magnética.

Con cualquiera de estas dos formas de robo de información de la tarjeta junto con la clave secreta, los delincuentes pueden sacar dinero hasta desde el extranjero y sin moverse del escritorio, como ocurrió en el caso de La Araucanía.

De acuerdo al OS-9 de Carabineros, el 2009 fueron detenidos 18 chilenos por este delito, en 2011 sólo dos fueron aprehendidos de un total de 34. El resto son personas de nacionalidad brasileña, colombiana, dominicana, hasta canadienses, búlgaros y rumanos.

El capitán del OS-9, Mauro Pino, el año pasado la mayor cantidad de detenidos por clonación de tarjetas respondió a ciudadanos peruanos y centroamericanos, pero en lo que va de este año, los europeos van liderando la lista.

El modus operandi de estas bandas y que realmente realizan los giros desde el extranjero, es que muchos de ellos operan desde Chile y con los datos de las tarjetas bancarias - que son enviados a otros miembros de la agrupación en otros países- estos retiran el dinero a través de internet.

Pino explicó a La Tercera que "estos delitos con el paso del tiempo son cada vez más sofisticados, pero a pesar de esto, cada vez hay más denuncias, pero también más detenidos". Además, detalló que la mayor cantidad de clonaciones se realiza en la zona de Santiago centro y el sector oriente, debido a la gran cantidad de público en ese sector de la capital.

VULNERABILIDAD DEL SISTEMA CHILENO
Las tarjetas bancarias que tienen todos los chilenos tienen una gran debilidad. No posee chip.

Este dispositivo podría cambiar el delito en el país, ya que en Europa con la implementación del chip al interior de los plásticos, los skimmer no sirven de nada, ya que la información bancaria está al interior de éste y no puede ser vulnerada.