"Yo pago $ 500 por recorrer apenas 20 cuadras en micro. Además, el servicio es malo, lento y demora en pasar el bus". El mismo reclamo ha hecho varias veces Marina Echeverría (50), empleada del comercio y quien todos los días utiliza la locomoción colectiva para llegar a su trabajo, ubicado en el centro de Talca, capital del Maule. Se trata de la ciudad, después de Santiago, con el pasaje más caro en buses urbanos del país de acuerdo a un sondeo realizado por La Tercera.
Esta realidad es resistida por algunos talquinos, aunque la mayor parte de los usuarios la acepta. Señalan que están acostumbrados a cancelar, en promedio, $ 2.000 diarios. En Talca, las jornadas también contemplan ir a almorzar a los hogares y luego volver a sus labores. Echeverría añade que los ingresos en la comuna son medios o bajos, por lo que debería aplicarse un mayor subsidio.
El ranking de precios indica que el valor del pasaje más alto lo tiene el Transantiago, con $ 640 para viajar en bus. Sin embargo, este contempla una tarifa integrada que permite utilizar el Metro. El sistema permite hacer dos transbordos sin pagar extra. Esto se puede realizar ya que el subsidio al plan alcanza los $ 417 mil millones (a 2015).
Los precios de los microbuses en las regiones reciben un subsidio similar del Estado. Los precios oscilan entre $ 400 y $ 450 e implica buena parte del presupuesto para muchas familias, sostienen los vecinos (ver infografía).
En la otra cara está Punta Arenas. La ciudad tiene el pasaje más barato de Chile, con $ 300 para los adultos y $ 100 los escolares. El uso del gas natural en los servicios disminuye el importe final, pues existe alta disponibilidad de ese insumo en la Patagonia. Sin embargo, los viajes interregionales o a localidades más lejanas son los más onerosos de Chile continental, por lo que se han inaugurado recorridos marítimos y aéreos.
Calidad
Más que el valor en el transporte público, en otras zonas los pasajeros se quejan por la calidad del servicio. Es el caso de Copiapó, donde se debe cancelar $ 400. Andrés Villa (25), contador de una firma, sostiene que los vehículos "son viejos como las micros amarillas, están carreteados, van llenos y son lentos". Además, cuenta que no entregan boleto, lo que es un comprobante de viaje en caso de accidentes.
Lo mismo opina María Lucía Erazo (55), quien indica que existe mal trato de los conductores de Iquique. "Las personas pagamos, pero recibimos mal trato, frenazos y no son amables cuando uno pide parar en algún punto", dice.
Otra opción utilizada en el país para tener un menor tiempo de viaje y comodidad son los taxis-colectivos, segmento donde también existe dispersión de precios.
En Arica y Copiapó, el pasaje alcanza $ 800 en algunos servicios. Mientras, en Iquique puede alcanzar los $ 1.000 dependiendo del horario. De noche sube a $ 1.300. Además, el uso del maletero tiene un precio extra en algunas líneas. Lo mismo sucede en Temuco, donde se cobra $ 1.500 en algunos tramos a partir de las 22.00.