El derrocado presidente egipcio, Hosni Mubarak fue trasladado el día de ayer por orden de la Justicia, desde la cárcel a un hospital  militar, debido a su deteriorado estado de salud, según la  agencia oficial Mena.

Mubarak está condenado a cadena perpetua por la represión de la revuelta  popular contra su régimen que causó unos 850 muertos.

Las radiografías revelaron que el expresidente tiene costillas rotas debido  a una caída en la ducha el 15 de diciembre y sufre de acumulación de líquido en  las membranas que envuelven los pulmones, afirmó el jueves por la noche la  agencia Mena, citando un informe médico realizado a petición del fiscal.

Mubarak ya fue hospitalizado brevemente el 19 de diciembre para realizarle  un escáner cerebral después del resbalón en la ducha.

La oficina del fiscal aseguró que el expresidente tendrá que volver a la  cárcel de Tora, en las afueras de El Cairo, en cuanto termine el tratamiento. Fuentes de seguridad afirman que padece depresión aguda, problemas  respiratorios graves e hipertensión.