El español Rafael Nadal buscará el sábado un lugar en los octavos de final del Abierto de tenis de Estados Unidos después de derrotar con autoridad al brasileño Rogerio Dutra Silva.

Ausente de 2012 por lesión, Nadal se impuso hoy por 6-2, 6-1 y 6-0 a Dutra Silva, número 134 del mundo, en el último turno de la jornada en el estadio Arthur Ashe.

El español, ganador del torneo en 2010, mantuvo su paso firme hacia el número uno del mundo, puesto que asaltará si llega a la final y Novak Djokovic no alcanza los cuartos. A Nadal, segundo de la lista, también le valdría con ganar el cuarto Grand Slam de la temporada y que el serbio no llegue a la final.

Nadal aumentó a 17 el número de partidos que lleva invicto en pista dura, una racha que le llevó a ganar los torneos de Montreal y Cincinnati.

"Estuve sólido con mi servicio, que siempre es importante en estas pistas. Jugar por la noche es más fácil porque hay menos viento. Según avanzaba el partido iba jugando mejor y mejor", dijo Nadal aún sobre la pista.

"Para mí volver aquí a jugar después de dos años en una sesión nocturna es genial", añadió el español, ganador de nueve torneos en 2013 desde que regresase en febrero a las competencias -fue en el ATP de Viña del Mar- tras siete meses lesionado.

"Estoy intentando jugar más agresivo. La idea es jugar más y más agresivo. Lo hemos intentado durante toda mi carrera, pero es más una cuestión de mentalidad que de práctica", dijo Nadal, que se medirá por un lugar en los cuartos de final ante el croata Ivan Dodig, verdugo del ruso Nikolay Davydenko por 6-1, 6-1 y 6-4.

"Es un jugador difícil. No tengo buenos recuerdos de él y aquí logró buenas victorias ante (Fernando) Verdasco o Davydenko. Es peligroso", analizó.

El español impuso su tenis y no dio ninguna opción a Silva, que mostró valentía en el primer tramo del duelo e hizo disfrutar a los aficionados que acudieron a Flushing Meadows en una fresca noche neoyorquina.

Si Nadal vence el sábado a Dodig podría medirse en los cuartos de final al suizo Roger Federer, ex número uno del mundo y su gran rival en el segundo lustro del siglo XXI.