Los peores años de la crisis parecen haber quedado atrás para España. Así, la llamada "troika" -formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional- afirmó, tras su última revisión, que el país ha superado los "graves problemas" que tenía su sector bancario al momento de solicitar el "minirrescate".
A dos años de haber asumido el poder (un mandato que dura cuatro años) y de haber profundizado los recortes económicos -entre otras impopulares medidas- iniciados por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el Ejecutivo presidido por el conservador Mariano Rajoy no sólo se mantiene a flote, sino que incluso ha logrado mantenerse al tope en las encuestas en momentos en que se comienzan a exhibir los primeros signos de recuperación económica. De acuerdo con el sondeo de octubre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el Partido Popular (PP) posee un 34% de la intención de voto, 1,5 puntos más que en julio. Se trata de la primera alza del oficialismo desde que, con un 44,6% le arrebató el poder al Partido Socialista Obrero Español (Psoe) en las elecciones generales de noviembre de 2011 (ver infografía). Sin embargo, desde entonces en todas las encuestas, el oficialismo ha superado a la oposición.
El camino emprendido por el PP tras el arribo al Palacio de La Moncloa no ha estado exento ni de obstáculos ni de un alto costo social. En la práctica Rajoy puede vanagloriarse que, tras nueve trimestres de contracción económica, la recesión más larga en España desde 1975 finalizó con un crecimiento de 0,1% entre julio y septiembre pasados. A ello se suma que el Banco Central de España informó a finales de noviembre que la inversión directa alcanzó, en los nueve primeros meses de 2013, alrededor de US$ 29.596 millones, US$ 16.393 millones más que en el mismo período del año pasado, según consignó el diario madrileño El País.
Hasta septiembre, además, las exportaciones crecieron al 6,8%, alcanzando los US$ 239.266, la cifra más alta desde 1971, cuando comenzaron a recopilarse los datos estadísticos españoles, destaca el portal económico español The Corner. Adicionalmente, y por primera vez en cuatro años, la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's anunció en noviembre una mejora en la perspectiva de la nota de la deuda soberana española de "negativa" a "estable". Es decir, a mediano plazo la calificación del país no se aumentará ni rebajará del "BBB-", lo que supone que aún está dentro de los valores aptos para invertir, sin caer en el riesgo de los "bonos basura", informó El País.
Pero, al otro lado de la vereda, el balance de medio término es más negativo de lo que Rajoy quisiera: la tasa de desempleo es la segunda más alta de la zona euro después de Grecia (26,7% y 27,3%, respectivamente), según Eurostat. Además, el 6,4% de los 46,7 millones de españoles vive en pobreza severa (con menos de 307 euros al mes), el doble de cuando comenzó la crisis en 2008, de acuerdo con el último informe del Observatorio de la Realidad Social que elabora Cáritas España, correspondiente a 2012. Y en el tercer trimestre de este año la deuda pública se situó en el 93,4% del Producto Interno Bruto (PIB), en circunstancias de que cuando Rodríguez Zapatero dejó La Moncloa aquel porcentaje bordeaba el 68%, consigna la prensa española.
Rajoy, además, enfrenta el resurgir del movimiento secesionista en Cataluña, cuyo gobierno regional ya ha fijado la fecha y las preguntas para un referendo independentista. Se trata del primer intento en democracia de romper la integridad territorial de España. "Es inconstitucional y no se va a realizar", ha afirmado el líder conservador, cuya administración espera no llegar a aplicar el artículo 155 de la Carta Magna, que permite suspender las instituciones autonómicas y que jamás se ha aplicado.
Como si aquello no fuera poco, desde comienzos de año el PP se encuentra en medio del escándalo de corrupción generado por el presunto pago de sobresueldos en sus filas, conocido como caso Bárcenas, en referencia al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas. Dada la aparición de su nombre en la contabilidad paralela, Rajoy debió comparecer ante el pleno del Congreso. "Le apoyé, creí en su inocencia y me equivoqué. Y este ha sido todo mi papel en esta historia", enfatizó entonces el presidente del gobierno español. La investigación sigue abierta, pero a nivel político el caso quedó paralizado después de que Rajoy compareciera ante el Legislativo el 1 de agosto pasado. En el marco de la investigación judicial, la sede central de los populares, ubicada en Madrid, fue registrada ayer por una comisión judicial por más de 14 horas, que buscaba documentos relacionados.
Así las cosas, actualmente "el gobierno puede compararse con un globo que quiere subir, pero tiene tres sacos que le empujan hacia abajo: la crisis, Cataluña y Bárcenas. De los dos primeros se está soltando lastre ya, del tercero sólo cabía gestionarlo bien para que no lo hiciera caer al suelo", han resumido al diario ABC fuentes del Congreso español.