El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró hoy que no puede sentirse satisfecho con la situación económica, a pesar de que la economía española ha salido de la recesión y ha comenzado a crecer en la segunda parte del año.
En conferencia de prensa para hacer balance del año, el presidente habló de la mejora de los indicadores macroeconómicos, pero reconoció que son cifras que no llegan en su plenitud a la vida diaria de los españoles,
No obstante, señaló que una inflación en niveles bajos "es buena para todos, sobre todo para los pensionistas" porque no ven mermado su poder adquisitivo.
Hoy el Banco de España, en su informe mensual, aseguró que la actividad económica mejoró en el tramo final de 2013, lo que supone la prolongación de la recuperación iniciada en el tercer trimestre del año.
Respecto a la crisis del mercado de trabajo, Rajoy aseguró que 2013 cerrará con menos desocupados registrados en los servicios públicos de empleo que un año antes y pronosticó que en pocos meses el número de cotizantes en la Seguridad Social comenzará a crecer.
Según los últimos datos del Ministerio de Empleo, noviembre se cerró con 4.808.908 personas desempleadas, 98.909 menos que en noviembre de 2012 (2,02% menos).
En lo que va de año el desempleo en España cayó en 38.723 personas.
Rajoy dijo que la mejora de la economía no hubiera sido posible sin las medidas y reformas que el Ejecutivo aprobó a lo largo del año, entre las que destacó la reforma de las administraciones públicas, la laboral o la de las pensiones.
Afirmó que la acción económica del gobierno es la que ha permitido que hoy "ya esté fuera de lugar" hablar del rescate de España, puesto que se ha recuperado la credibilidad que España había perdido en los mercados financieros.