El líder del Partido Popular (PP, centroderecha) y presidente electo del gobierno español, Mariano Rajoy, develó hoy las líneas generales de su gobierno, que incluye una reducción del déficit público en más de 21 mil millones de dólares en 2012 y aumento sólo de la partida destinada a las pensiones, que ya fue congelada el año pasado por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

En su esperado discurso en el Congreso de los Diputados, que mañana votará su investidura como nuevo jefe del Ejecutivo, Rajoy citó como sus dos grandes premisas "detener la sangría" del desempleo y estimular el crecimiento económico.

Dijo que su gobierno "no descansará hasta lograr el objetivo fundamental" de crear empleos, tras señalar que el desempleo ya afecta a 5,4 millones de personas, casi el 23% de la población activa, y a más del 46% de los jóvenes, las cifras más altas de la Unión Europea.

Anunció además la urgente puesta en marcha de una "reforma integral" del mercado de trabajo, con incentivos a la contratación de jóvenes. "No estoy dispuesto a aceptar que haya en España una generación que pudiera perderse porque encuentra cerradas todas las puertas", aseguró enfáticamente.

Adelantó asimismo que las medidas consideradas más urgentes serán adoptadas por el Consejo de Ministros el próximo 30 de diciembre, el segundo que presidirá tras su designación como nuevo jefe del Ejecutivo mañana, la primera será el viernes 23 de diciembre.

En un discurso sin grandes sorpresas, el líder del Partido Popular anunció una nueva reestructuración del sistema financiero, con más fusiones bancarias y el establecimiento de mayores necesidades de capital para mantener la solvencia.

Rajoy no desveló cómo será la estructura de su Ejecutivo, del que solo adelantó que habrá un ministerio de Agricultura (ahora ese sector está englobado en el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Marino y Rural).

REACCIONES
Su intervención fue criticada por la mayoría de los grupos que la encontraron escasa de concreción.

El vocero parlamentario del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Antonio Alonso, lo calificó de "muy ambiguo y decepcionante", y afirmó que les "preocupa mucho" que no haya ofrecido datos concretos "sobre la financiación de los servicios públicos esenciales". A su vez, el líder de la oposición y perdedor de las elecciones, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba pidió una subida progresiva de impuestos y apoyo a la negociación colectiva.

En el mismo sentido se pronunciaron los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unió, que echaron de menos mayor concreción, en palabras de su vocero, Josep Antoni Duran Lleida, quien le reprochó que no dijera "cómo va a financiar algunas medidas anunciadas" y haber silenciado las más duras.

Para la Coalición Izquierda Unida (IU), ha quedado claro que era un discurso "de trámite" ante el parlamento, porque la aprobación que le importa a Rajoy es "la de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy".

La sesión de investidura proseguirá esta tarde con la intervención de los grupos parlamentarios y mañana se votará la investidura del líder del PP como sexto presidente del Gobierno de la etapa democrática española.