El actor Ralph Fiennes no había leído ningún libro de Harry Potter cuando aceptó interpretar al máximo antagonista de la saga, el mago Voldemort. Ahora, a días del lanzamiento mundial de la última película del niño mago, el actor escribe para la revista Newsweek sobre su experiencia como "Aquel que no puede ser nombrado".
"Algunos actores disfrutan interpretando a personajes malvados, pero hay que ser un ser humano antes que todo", escribe el actor, "todos tienen potencial de ser corruptos".
Fiennes no olvida la preparación a la que se debió someter, a diario, para convertirse en Voldemort, un ser tan malvado que perdió parte de su humanidad para poder vivir por siempre. "Llegaba en la mañana, a las 6.00 horas, y el proceso tomaba como dos horas", recuerda, "me afeitaban la cabeza, luego pegaban piel de reptil en mis manos, y cubrían mis cejas con piezas prostéticas".
Pero pese a las capas de maquillaje y efectos especiales, el actor reconoce que es capaz de entender la maldad en su personaje. "El no sabe lo que es el amor; es un lenguaje que no entiende", asegura. "Para él, todo se trata de adquirir poder y controlar y manipular a micha gente", asegura, "puede ser muy emocionante interpretarlo, porque todas las reglas desaparecen".
El público podrá ver a Fiennes interpretando a Lord Voldemort por última vez, el 14 de julio, cuando Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte, Parte II, se estrene en Chile.