La primera quincena de abril fue una de las más duras que enfrentó Ramón Fernández. El martes 15 de dicho mes, la ANFP hizo público el castigo para el jugador de Universidad de Chile, luego de ser expulsado en el último Superclásico ante Colo Colo. El duro dictamen trajo seis fechas de castigo para el argentino: dos por la expulsión y las otras cuatro por agredir al árbitro del mencionado partido, Eduardo Gamboa.
Las apelaciones de rigor, entregadas por el club universitario, no mitigaron una sanción que en su primer momento dejaron al afectado fuera del Torneo de Clausura y que ahora, en el certamen que arranca mañana para los azules, deberá terminar de cumplir.
Por lo mismo, su ausencia ha sido lamentada por Martín Lasarte por un capítulo que, sin embargo, parece no hizo mella en Fernández. Y es que el último sábado, en un nuevo amistoso preparatorio ante Palestino en el CDA, el ex O'Higgins volvió a ser expulsado, junto a Jason Silva, luego de varios insultos y manotazos entre ambos jugadores.
"(Fernández) Me entró muy fuerte. Era un partido de entrenamiento y no era para jugarse la vida. No tenía para qué entrar así", se quejó Silva, sobre uno que está considerado en el esquema de Lasarte, pero que de todas formas preocupa, debido a su repetida irascibilidad.
Tanto así, que más de un compañero se ha acercado a Fernández para calmarlo, pensando en que en el club aún esperan que la millonaria inversión hecha por el jugador (US$ 1,6 millones) se rentabilice, pero en cancha.