Portugal, Italia, Polonia, Finlandia, España, y Australia o Gales. Ese es el itinerario de Ramón Torres en su incursión europea como piloto del Mundial de rally. El chileno, que compitió hace unos años en el Rally Mobil, correrá en un Ford Fiesta R5, en la clase WRC-2, y las fechas en el Viejo Continente ya están confirmadas por el oriundo de Los Andes.

Torres viaja hoy a España donde, junto a su navegante, el hispano David Vásquez, y el equipo RMC, basado en ese país, preparará la carrera de Portugal, que es en dos semanas. "Tendremos varias sesiones de trabajo con el equipo y con mi navegante, principalmente para generar fiato y ganar kilómetros de entrenamiento", cuenta el piloto.

Aunque no es primera vez que correrá en el WRC (el año pasado lo hizo en un N4), será su debut arriba del R5, auto que posee un motor 1.6 turbo, caja secuencial y tracción en las cuatro ruedas, con el que hizo algunas fechas del campeonato español, el año pasado, y que luego trajo a Chile. Pero el Mundial son palabras mayores.

"Los primes son más largos y los reconocimientos son muy ajustados en los tiempos, por lo que confeccionar la hoja de ruta es más exigente. Tendremos que trabajar a full con David para armarla. Eso, quizá, sea lo más complicado en un mundial", explica Torres.

También está su condición física. Son cuatro días intensos, y el nacional, aunque ya está recuperado, aún sufre problemas en la espalda producto de una lesión crónica. "Por esto me perdí correr en Argentina hace dos semanas. Ahora, el hematoma bajó, estoy siguiendo un tratamiento kinésico, y modificamos partes de la butaca para exigir menos la espalda", detalla.

En Galicia, se concentrará Torres, y pondrá su base de trabajo junto al equipo que le entregará asistencia completa para las seis fechas que, como mínimo, exige el WRC para puntuar y competir en el Mundial de la clase. "Estaré seis meses en Europa, lejos de mi familia y mi gente. Estaré solo con el equipo, pero con ilusión de que el proyecto funcione", dice.

Ese proyecto, que según Torres debería tener resultados en dos años, parte en Portugal con metas aterrizadas. "Quiero ir de a poco, porque quiero ver los límites del auto ahora en una exigencia mayor. Aparte, no puedo pretender pelear con pilotos que llevan muchos más kilómetros con el mismo auto que tengo", asegura. "En la segunda o tercera carrera, creo, podré pelear para meterme", añade.

Torres es el único chileno que estará en el WRC, y espera abrir la puerta a otros nacionales. "Calidad hay. Es cosa de que se arriesguen y vayan", cierra.