Sebastián Abreu no jugará en Rangers, pero el que pudo ser el traspaso más llamativo de la Primera B sigue dando que hablar. El club y el intermediario Sebastián López, quien acercó al Loco a la institución sureña se culpan mutuamente. "Abreu aceptó la oferta. No sé qué pasó", expuso el agente. Sin embargo, los piducanos aportan un nuevo antecedente.
Martín Iribarne, gerente general de la institución, precisa que el problema es de plazos. Y apunta a López. "Nos juntamos con él el jueves. Nos pidió una cifra y le dijimos que no, que no podíamos. A la media hora, ya se estaba bajando un poco. Le volvimos decir que no. Recién el lunes me llamó para aceptar, pero el directorio ya había decidido dar por cerradas las negociaciones. Ya no era tiempo. No creo que haya habido mala intención", dice el personero.
En Talca apuntan a la inexperiencia del agente. "Quien se manejó mal fue él. Cuando me llamó, le dije que tenía que plantearle el nuevo escenario al directorio", dice Iribarne, quien excluye completamente a Abreu de la situación. "Sebastián fue un caballero durante toda la negociación. No queda más que agradecerle por eso", concluye.