El niño de Linares se ve sonriente y animado, a pesar de las 14 horas de viaje que trae encima desde Madrid. En un salón de un hotel del sector oriente de Santiago, y a punto de sentarse en un sillón corriente, pide cambiarse a un asiento pomposo, con un foco encima. Raphael (73) está de vuelta con su gira Raphael Sinphonico, la que tenía pendiente a Chile y Argentina desde 2015, después de recorrer la totalidad de los mercados en Europa y América. "Cada vez que cantaba una canción de Manuel Alejandro decía 'Esto con una sinfónica tiene que ser la troya'", cuenta el español a La Tercera, en la antesala del penúltimo concierto que brindará en este formato, acompañado por la Filarmónica de Chile, esta noche en Movistar Arena (Puntoticket).
En su visita el intérprete, además, apoya una cruzada en particular: promover la campaña Mi Causa, Mi Mega, del mismo canal y que tiene como objetivo promover la adhesión de donantes de órganos. Raphael fue trasplantado del hígado en 2003 y su testimonio lo acompaña en todas sus entrevistas. "Siempre lo hago, porque creo que es una muy bonita misión. Cuando a mí me trasplantaron, quería hacer una fundación, y los médicos me llevaron al convencimiento que mejor iba a ser útil era haciendo promoción de este caso", explica.
Antes de su trasplante, ¿usted tenía conciencia sobre esto?
No. Yo no tenía ninguna conciencia, como le pasa a todo el mundo, que no la tienen hasta que les sucede, y es extensivo a las familias: nadie lo piensa. Ahora ya ha variado eso, claro, ya se conoce mucho, ¿no? Pero yo escribí un libro al año siguiente y lo presenté en todo el mundo y me he dado cuenta que en muchos países no sabía ni de qué les estaba hablando.O sea, para ellos era una novedad.
Ser infinito
Raphael lanzó en noviembre su álbum Infinitos Bailes, un trabajo apoyado por nombres del indie, pop y rock español, entre ellos Vanesa Martín e Iván Ferreiro. Esta misma camada fue testigo de su show en Sonorama -la cumbre indie española- o de su papel en Mi Gran Noche (2015), cinta del realizador Alex de la Iglesia, y con quien ya planea otra película. En lo pronto, Raphael se prepara con su gira #LocoPorCantar, que comenzará en abril.
Después de 56 años de carrera, ¿qué lo inspiró para componer Infinitos Bailes?
Se ha intentado dar un viraje de 180 grados o más a Sinphonico - igual que con este disco hice un viraje de mi carrera, y que ha sido el albúm más grande mío en persona-, para que el año que viene el público me vea de diferente manera, sin dejar de ser el mismo.
¿Cómo se renueva esta chispa creativa?
Teniendo ilusión por lo que haces, y hacerlo, claro. Y pensar siempre que eres un aprendiz de todo y maestro de nada. Entonces, teniendo esta mentalidad, se pueden hacer estas cosas.
Con toda esta trayectoria, ¿de quién se confía usted para crear un disco en esta época?
Yo confío mucho en mi hijo Manuel. El dirige toda mi carrera discográfica en este momento: elige las canciones, elige los arregladores, y es un chico de 30 años, entonces, estamos muy involucrados con la gente joven.
Su fanaticada es transversal. ¿Por qué cree que los jóvenes se identifican tanto con usted?
Porque yo soy muy joven. En serio. Es que ser joven o mayor no son los años, es la mentalidad que tengas.
¿Y usted se siente inspirado por los jóvenes?
Siempre han sido mi empuje. Los mejores de cada generación.