La Munida gregaria o langosta gregaria es una especie similar al kril, pero hasta 40 veces más grande, un langostino que puede ser encontrado en el norte de Chile y también en algunos de los fiordos conectados al canal Beagle, en el sur, donde su inusual comportamiento llamó la atención de un grupo de científicos del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Ideal), de la U. Austral en Punta Arenas.
En una expedición a los fiordos Yendegaia y Pía, hallaron la especie en abundancia en el primer fiordo, pero no en el segundo, donde no apareció. "Estamos tratando de entender el funcionamiento de este crustáceo, porque es súper importante y puede representar un tipo de pesquería. Fue una sorpresa ver que en algunos fiordos habían bastante y en otros no hay nada", dice Humberto González, director de Ideal y uno de los científicos que participó en la expedición.
El langostino suele encontrarse cerca del fondo marino, pero durante la noche sube a niveles más cercanos a la superficie.
En mucho más abundante que el kril y es probable que las ballenas se estén alimentando de él, pero no se sabe mucho de la especie, dice Ricardo Giesecke, investigador del centro.
"Vive en el fondo, pero también las encontramos arriba. Queremos saber qué hace en la superficie, porque vive a 200-300 metros de profundidad y están haciendo un gasto energético para ir a la superficie de noche. Es lo que vamos a analizar, además de su dieta, qué y cuándo come y su lugar en la trama trófica", añade.
Los langostinos del norte viven en zonas de surgencias (aguas más frías que vienen desde las profundidades) y parecen no ser afectados por las condiciones mínimas de oxígeno, cuando aparece el fenómeno de El Niño, por ejemplo. "Parecen sentirse cómodos con poco oxígeno, queremos saber si los primos de este lado tienen características similares, en migración, capacidad de ser una especie clave para el transporte de material desde la superficie al fondo y viceversa", dice González.
Hace más de una década se evaluó la abundancia y distribución de la especie en los fiordos y se concluyó que hay un gran stock. Sin embargo, se encuentra en las profundidades donde cuesta mucho llegar, por lo que no se consideró económicamente rentable. Pero ahora podría transformarse en un nuevo recurso económico para la región, dice el director de Ideal.