Más de 70 efectivos de la PDI revisaron ayer, en la mañana, la zona más compleja del cerro aledaño a la cuesta Lo Prado, donde el lunes fueron encontrados la bicicleta y un bolso de Bastián Bravo (20). Asimismo, en la tarde, la PDI comenzó a indagar si un cuerpo hallado en el lecho del río Mapocho correspondería al joven que hoy cumple un mes desaparecido.
A primera hora, las diligencias de los peritos, que cumplieron su tercer día en el macizo, en Pudahuel, se concentraron en dos piques mineros que están abandonados. Ahí, personal de la Brigada de Ubicación de Personas, Briup, y un grupo de aspirantes a detectives, provistos de cuerdas y otros elementos de seguridad, descendieron 20 metros en una de las vetas mineras, sin encontrar evidencia que pudiera ayudar a dar con el paradero del joven, por lo que se dio por terminada la indagatoria en ese lugar.
En tanto, por la tarde, el hallazgo de un cuerpo flotando en la ribera norte del río Mapocho, en Renca, movilizó a Carabineros y a la PDI que realizaron las primeras pericias para determinar su identidad.
A pesar del avanzado estado de descomposición del cadáver, el subprefecto Víctor Arriagada, jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana de la PDI, señaló, preliminarmente, que la contextura física del sujeto no correspondería a la del joven. "El cuerpo que hemos encontrado es de un metro 65, con calvicie y su figura no tiene relación con la persona que estamos buscando", dijo. Sin embargo, el SML aún debe realizar análisis de piezas dentales y ADN para determinar la identidad.
Se espera que hoy la fiscalía solicite, ante el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago, las fichas siquiátricas de Bastián y su madre, Mireya Sepúlveda (44), para determinar si ambos sufrían de algún trastorno antes de su desaparición.