Con 50 millones de suscripciones en todo el mundo, y transformado en un competidor cada vez más serio para los canales de televisión, el servicio de streaming de video Netflix pareciera representar un cambio de paradigma para la pantalla chica. Pero, hasta ahora, Netflix competía sin un dato vital para la TV tradicional: la compañía no entrega cifras de rating o visionado, argumentando que no tiene sentido medir su audiencia, ya que su modelo de negocios no se basa en publicidad.
Es así como no hay manera de saber cuántas personas han visto realmente aclamados programas como House of cards u Orange is the new black. Pero la situación podría cambiar. Según un artículo publicado por el Wall Street Journal, la empresa de estadísticas Nielsen comenzará a medir la audiencia de todos los servicios de streaming de video, como Amazon Prime o el mismo Netflix.
La empresa de medición, que es la encargada de ver el rating oficial de la televisión tradicional en Estados Unidos, utilizará un sistema que no requiere autorización de los servicios estudiados, y que se basa en la detección del audio de los programas por streaming. El principal objetivo de Nielsen con esta medida es poder entregar información a los estudios de televisión sobre qué tan vistos son sus productos licitados a las plataformas de visionado online. En el caso de Netflix, se encuentran series tan populares como Friends de Time Warner hasta The walking dead de AMC. Esta realidad podría afectar seriamente el modelo de negocios del servicio. Por ejemplo, si la medición determinase que Breaking bad es la producción más vista en la plataforma de streaming, seguramente el trato de renovación de los derechos entre Netflix y Sony Pictures Television, el estudio detrás de la serie protagonizada por Bryan Cranston, suba bastante de precio. Lo mismo se repetiría en cada negociación, donde el servicio de distribución digital tenía la ventaja sobre las casas de producción, quienes no poseían el detalle de qué tan cotizadas eran sus series al minuto de fijar un precio por ellas.
La revista Time también destaca el efecto que el rating podría tener sobre las producciones originales. Si por ejemplo series como House of cards demuestran no ser tan populares, el interés de grandes figuras de Hollywood de participar en estos proyectos, como David Fincher y Kevin Spacey, podría decrecer. Eso sí, la iniciativa tiene sus limitaciones. Por ejemplo, no medirá dispositivos móviles, como tablets o teléfonos, que también consumen servicios de streaming.
Claro, el panorama no es necesariamente negativo. Si la programación de Netflix efectivamente atrae a gran parte de esos 50 millones de usuarios, la compañía vería totalmente validada su apuesta, y comenzaría a poner una lápida sobre el modelo tradicional de negocios en la televisión.
Por el momento, los efectos de esta medida sólo se verán dentro de la industria. Nielsen compartirá los datos netamente con los canales y estudios que soliciten la información, por lo que el público no podrá realizar su propia comparación.