Felipe Kast y Raúl Alcaíno se conocieron en 2013, cuando el primero compitió por un escaño al Parlamento por Santiago. El ex alcalde le entregó su respaldo y lo acompañó en actividades públicas. Ahora, cuando Kast lanzó su candidatura presidencial en representación de Evópoli, Alcaíno jugará un papel relevante en la campaña del ex ministro que -de haber primarias en Chile Vamos- probablemente lo enfrentará al ex Presidente Sebastián Piñera.

¿Es este un regreso a la política?

Sí, nunca he estado muy vinculado a la política contingente, salvo mi paso por la Municipalidad de Santiago, que fue muy independiente. No tuve, a excepción de la campaña, mucha vinculación con los partidos políticos, hice finalmente una gestión con todos los sectores. Y sí, la situación general del país, la mala calidad de las reformas y la improvisación del gobierno de la Nueva Mayoría me hicieron preocuparme igual que muchos chilenos y, por eso, decidí usar el poco capital político que me queda.

¿Y de qué manera se puede usar ese capital político en la campaña que iniciará Felipe Kast en las primarias de Chile Vamos?

Lo primero que hice fue creer en el alcalde electo de Santiago, Felipe Alessandri. Fui el primero que lo apoyó públicamente, y yo, que conozco la comuna, soy ciudadano, me gusta caminar la ciudad, sentía que Felipe tenía una posibilidad concreta y finalmente lo demostró. Esa fue mi primera participación y no solamente lo apoyé a él, sino que también a varios otros candidatos y afortunadamente salieron casi todos. En segundo lugar, ahora, pasada la elección municipal, me preocupa mucho la presidencial y, particularmente, la parlamentaria. Entonces, como soy bastante liberal en mis ideas, me gusta una derecha moderna, como la que representa Evópoli y, en ese partido, me gusta mucho la figura de Felipe Kast. Un hombre joven, con energía, cara nueva, un tipo que está abierto, me parece una muy buena carta para una primaria.

Fundó un movimiento a mediados de este año llamado Alternativa Moderna. ¿Este apoyo a Kast es desde ese espacio?

No, son cosas independientes. Alternativa Moderna es un grupo que busca ideas, proyectos para Chile, tratar de influir para que se realicen algunos proyectos que consideramos interesantes. Mi apoyo a Kast no tiene nada que ver con Alternativa Moderna.

Tampoco usted es militante de Evópoli...

No, nunca he sido militante de ningún partido, siempre he sido independiente. Pero me siento muy cercano a las ideas de Evópoli. Es un grupo de gente seria, nueva, distinta, bastante abierta, liberal, que tiene principios que comparto. Creo que el país está muy desencantado de la política y quiere caras nuevas, no nos podemos quedar con las mismas caras de siempre y, en ese sentido, Felipe Kast cumple con esos requisitos.

¿Cómo se origina este apoyo a Kast?

Con Felipe nos conocimos cuando él me pidió el apoyo cuando era candidato a diputado por Santiago y yo se lo di. Hasta ahora, me ha ido bien con los candidatos que he apoyado. Desde ahí que tenemos una relación, me pidió ayuda después en algunas regiones para que Evópoli se pudiera constituir y hay que reconocer el mérito de Evópoli, que fue el único partido político de los emergentes que pudo conseguir 22 mil firmas y se constituyó como partido político a nivel nacional. Un partido que presentó 550 candidatos a concejales y obtuvo 150 mil votos, lejos el más votado de todos los emergentes. Desde ese apoyo inicial a él surgió una cierta afinidad en las ideas y amistad.

¿En qué va a consistir su apoyo?

No tengo un rol definido, no lo he conversado con él, pero -si Felipe me lo pide- voy a asumir cualquier rol activo. Si es necesario recorrer el país, lo haremos, si es necesario que sea, no sé, generalísimo -aunque en ese rol se necesita una persona más ejecutiva-, vocero, ya lo veremos.

Kast no figura en las encuestas y en una eventual primaria de Chile Vamos el mejor posicionado es el ex Presidente Sebastián Piñera...

Las primarias son muy importantes no solamente para definir candidato, sino que son relevantes para que las coaliciones acuerden proyectos país para gobernar. La Nueva Mayoría hizo una primaria en 2013 y le permitió unir al sector en torno a un objetivo político, más allá de ganar el gobierno. En ese sentido, son muy valiosas las primarias, van más allá de definir el nombre. Y, por otro lado, es la realidad la que no ha favorecido a las encuestas últimamente. Mira lo que pasó en Colombia con el referéndum, con el Brexit, en las municipales de acá, etc. Aquí partimos una carrera a fojas cero.

En agosto usted dijo que en la oposición había solo una persona con opción, en alusión a Piñera, que el resto tenía "ganas no más". ¿Cambió de opinión?

Esto está totalmente abierto.

¿No es la candidatura de Kast una candidatura testimonial?

No, lo mismo decían de Felipe Alessandri cuando las encuestas favorecían a Carolina Tohá por varios puntos. No, estas batallas electorales no son testimoniales, yo no participo de candidaturas así, no creo en ellas, esto es para ganar.

Uno de los argumentos del senador Manuel José Ossandón es que estas primarias están diseñadas para que gane Piñera. ¿Usted cómo lo ve?

No lo veo tan así, me da la impresión de que las primarias tienen que ser abiertas e informadas y un candidato que tenga reales posibilidades de ganar no tiene por qué quitarle el bulto a una primaria. Ossandón está equivocado si quiere ir a primera vuelta. Eso de creer que se puede perder, entonces no se participa, no me parece. Y si desconfía de ellas, que demuestre por qué. Si Ossandón va a primera vuelta, él va a pagar un costo político muy grande, porque las primarias llegaron para quedarse.

¿Qué aporta una disputa en primarias de varios candidatos de la oposición? La derecha se ha caracterizado por administrar sus diferencias a veces de forma violenta...

Sí, hay leseras que ha hecho la derecha en el pasado, por eso que al sector le ha ido mal en el último tiempo. Hay que modernizarla y eso es tarea de un gobierno como el que encabezaría Felipe Kast.

¿Cuáles son las principales diferencias entre Kast y Piñera?

Primero, hay una diferencia generacional. Piñera está vinculado a la política hace muchos años. El ya tuvo su oportunidad y, a pesar de que dice que no haría todo igual, a mí me parece que haría todo parecido. Y aparte de la diferencia generacional, lo que representa Evópoli es gente nueva, gente distinta, y eso hace toda la diferencia.

A su juicio, ¿qué cosas Piñera haría igual?

Chile hoy enfrenta un momento ideológico complejo, y para ese momento me parece que necesitamos una oferta política distinta. No basta con ofrecer gestión, se requiere una evolución de la centroderecha, y me parece que Evópoli tiene una propuesta de renovación contundente para el momento político que vive Chile.

Pero algunos dicen que para ese momento complejo que usted denomina se necesita experiencia para gobernar...

Es cierto que ese es un atributo de Sebastián Piñera, pero la verdad es que Felipe Kast tiene experiencia de sobra. Fue ministro de Desarrollo Social, luego estuvo a cargo de la reconstrucción, logró ganar una elección importante en Santiago Centro, conoce bien la labor parlamentaria y logró fundar un partido político a nivel nacional que acaba de lograr una votación muy superior a las expectativas en las elecciones municipales.

¿Qué tipo de derecha representa Sebastián Piñera?

Generacionalmente, Sebastián Piñera representa la política de la transición. Hizo un buen gobierno, pero la verdad es que Chile vive un nuevo ciclo político, con mayor intensidad en el plano ideológico y con profundos cuestionamientos al modelo económico. Para este nuevo ciclo político, para enfrentar con convicción el debate cultural que se está dando con políticos como Gabriel Boric, Sharp o Camila Vallejo, veo a Felipe Kast mejor preparado, con mayor sintonía con el Chile actual. Adicionalmente, pienso que Felipe Kast encarna una mirada más social de la centroderecha, probablemente inspirado en el legado de su padre.

Hay muchos que piensan que una primaria es hacer correr un riesgo innecesario a Piñera. ¿Qué le parece esa preocupación?

Quienes piensan eso se quedaron pegados en el pasado. Hoy, la política se debe hacer de cara a la ciudadanía, y nada mejor que ganar una primaria para fortalecer al candidato único del sector. El Chile moderno ya no está para decisiones cupulares entre cuatro paredes.

¿Para usted Evópoli refleja la "Nueva Derecha" que se deslizó al término del gobierno de Piñera?

No es fácil gobernar y el próximo gobierno va a tener que arreglar mucho de los entuertos que ha hecho esta administración. A ninguno que esté en La Moneda le va a ser fácil, pero a mí me resulta más atractivo un gobierno de gente más joven, que no ha tenido la oportunidad de estar en política. Sebastián Piñera tuvo su oportunidad durante cuatro años, hizo un gobierno y tiene buenas cifras, pero un gobierno de Felipe Kast sería mucho mejor para el país y la derecha.

¿Por qué?

Porque así se terminaría por instalar una derecha moderna, inclusiva, que la gente aprecie.

¿A qué se refiere con una derecha moderna? ¿Por ejemplo, una derecha abierta en temas valóricos?

No, temas más de país, los temas valóricos son complejos, porque tienen que ver con las personas. Me refiero, en primer lugar, a un reconocimiento real al mérito, al esfuerzo y, en segundo lugar, protección a los más vulnerables con un cambio radical en el tema educacional. Hay consenso entre todos los expertos y las personas que lo que tiene que hacer un gobierno es apoyar y mejorar de una vez por todas la educación prebásica, básica y media, y esta gratuidad lo que hace es entregarles cuatro veces más recursos a los jóvenes de Las Condes que a los de La Pintana. Una sociedad civil que recupere el Estado. El Estado es el encargado de entregarnos seguridad y presta mal un servicio; es el encargado de darnos salud y nos da un mal servicio; es el encargado de darnos educación y el servicio es malo. ¿Por qué? Porque está lleno de operadores políticos. Es muy importante, desde los cimientos, tratar de cambiar este concepto y devolverle el Estado a la sociedad civil. No se trata de más Estado o menos Estado, estas dicotomías Estado o mercado, no, eso es irreal.

Cuesta ver, a primera vista, diferencias de fondo entre Piñera y Kast...

Sebastián Piñera estuvo cuatro años y está a la vista el resultado: no tenemos cambios y finalmente los que se tomaron la agenda fueron los que se tomaron las calles. Por eso, a futuro hay que trabajarlo de otra manera.

Además de apoyar a Kast, ¿está pensando en una candidatura al Parlamento?

No, no tengo candidaturas pensadas en esta pasada.

¿Lo descarta de plano o lo evaluará?

Lo descarto de plano en esta pasada, no descarto nada para adelante.

Los senadores Allamand y Ossandón han hecho un llamado a no caer en el exitismo tras el buen resultado de Chile Vamos en las municipales. ¿Usted cómo lo ve?

Estoy de acuerdo, los triunfalismos me cargan, esto de descorchar champaña. Los que debieran estar contentos es la gente. Una golondrina no hace verano, de aquí a las presidenciales hay que partir de cero. Es una tremenda responsabilidad dirigir los destinos de una comuna y hay que tomárselo en serio, aquí no hay ninguna fiesta, no se ha ganado ningún Loto, uno tiene que recibir con responsabilidad un cargo que le ha sido encomendado y eso no es ningún premio, por eso hay que ponerse a trabajar.