La segunda semana de octubre, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) recibió, de manos del Consorcio Santa Marta, el informe indagatorio sobre las causas, control y medidas tomadas luego del deslizamiento de lodo y posterior incendio ocurridos en ese relleno sanitario, ubicado en San Bernardo, Santiago, que en enero de este año cubrió de humo gran parte de la Región Metropolitana.

Las fiscalizaciones en terreno, luego del incidente, llevaron a la autoridad a formular 12 cargos, uno de ellos "gravísimo", por "incumplimientos a las medidas establecidas en sus Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA)", informó en febrero la propia SMA en su web. Y añadió que "en este procedimiento sancionatorio existe un cargo gravísimo, que dice relación con no reportar total o parcialmente informes de seguimiento ambiental para parámetros de líquidos percolados y aguas superficiales, entre otros".

Ahora, el mencionado informe indagatorio fue despachado por el experto en geotécnica ambiental y académico de la U. Católica de Valparaíso Raúl Espinace, quien adelanta a La Tercera algunas de sus conclusiones, que apuntan a que no existiría seguridad de que una falla como la de Santa Marta no ocurra nuevamente, allí o en otro relleno sanitario del país.

¿Cuándo y por qué se pidió este informe?

La investigación se pidió hace dos meses y forma parte de los compromisos de la empresa Santa Marta con la autoridad. Pero yo trabajé en ese sector tres días antes del incendio. Me llamaron cuando se produjo el deslizamiento (de lodo), pero todo el foco geotécnico se volcó después a apagar el incendio. Sin embargo, la emergencia del incendio fue una consecuencia de aquel deslizamiento. Así es que posterior a eso se hizo un levantamiento de información y un diagnóstico.

Si la investigación es pagada por la propia empresa Santa Marta, ¿qué tan independiente es su trabajo?

Llevo 40 años en estos temas, con especialidad en depósito de minería. También soy académico. He trabajado mucho tiempo y mi independencia es la de todo profesional de prestigio. No tuve ninguna presión de Santa Marta. Ellos contrataron un experto para investigar.

¿Qué instrumentos se utilizaron y qué se hizo en la zona afectada?

Abordamos tanto la superficie afectada como la no afectada, porque existe tentación para depositar residuos ahí. Pedimos al consorcio la mayor tecnología para operar. Hicimos sondajes, perforaciones en terreno, uso de geofísica. Se hicieron mediciones, abordando toda la zona de la falla, trabajamos entre 600 y 800 mil metros cúbicos.

¿Cuál es su impresión?

En general, lo que vi es lo que veo hace tiempo y me tiene preocupado. Y es la distancia que hay entre el proyecto y la operación. (Lo que ocurrió) fue todo muy delicado, hubo que trabajar muy osadamente. Hubo suerte de que no se viniera el cerro abajo. Se trató de un deslizamiento importante y, como ocurre en ingeniería en Chile, sin muertos están todos contentos, pero hay que cuidar las fallas.

¿Cómo percibió el sistema de acopio de basura?

Respecto del lodo y con los datos que trabajamos, puedo decir que se cumple con la normativa después de ocurrido el incidente.

¿Persiste el percolado?

Claro, la basura de Chile genera más liquido percolado que en Estados Unidos y menos que en Haití, por lo tanto acá la percolación dentro de un relleno es natural .

¿El tratamiento del lodo en el relleno produce el deslizamiento?

Sí, Chile se jacta de ser un país de lo más avanzado en aguas residuales , pero queda un residuo, que es el lodo , y hoy día se autoriza a que vaya a un relleno. Eso es por normativa, pero yo no estoy de acuerdo. Son mil toneladas diarias desechadas en Santiago, y no toda la geografía es igual. El relleno de Santa Marta está en una quebrada, por lo tanto, todo el lodo se fue a un punto, lo que generó un verdadero patín. La normativa no se puso en casos como éste.

¿Hacia dónde debiese ir orientada la nueva institucionalidad?

Hay que incrementar el sistema de control de evacuación y generar nuevas formas para drenar. Hay tecnologías para eso, pero algunas quedaron superadas. Así como ocurrió con la tabiquería, en el terremoto del 27/F, Santa Marta generó un antes y un después para los rellenos sanitarios, porque no se hizo drenaje basal y eso no ocurre casi en ningún otro acopio del país.

¿Se puede asegurar que no habrá otro episodio como Santa Marta?

El diagnóstico dice que los lugares están estables, siempre y cuando tengan deprimidos los niveles freáticos. Eso significa que si el agua sube, hay riesgo inmediato. Si no se drenan los lodos, tenemos un riesgo de otra emergencia de deslizamiento, y no sólo en Santa Marta, sino en todos los grandes rellenos. Por lo tanto, no existe seguridad de que un episodio como el de Santa Marta no ocurra de nuevo.

¿En qué rellenos ve más riesgo?

En los grandes rellenos que están en Santiago. Hay estudios que concluyen que la cantidad de millones de metros cúbicos de agua en rellenos sanitarios no es muy baja, y eso significa que hay un potencial riesgo. Hay que sacar los líquidos de otra manera, por ejemplo, bombeando.

¿Considera que la reacción de la empresa fue adecuada?

La empresa no contaba con los suficientes conocimientos geotécnicos para controlar (la emergencia), porque siempre el foco va a lo ambiental, pero en términos de desastre, es más importante que se venga encima un relleno y eso es un tema de geotecnia. Hay que capacitar más, tanto a la gente de los rellenos como a la autoridad. Tanto la empresa como la autoridad no están preparados para una emergencia.