Las personas que sufren de trastorno obsesivo compulsivo (TOC) tienen pensamientos que les "llegan a la mente" por sí solos. Son temas muy desagradables, que no pueden controlar. Por ejemplo, una madre piensa que sería capaz de atentar contra su hijo o una persona cree que los microbios que hay en la habitación le provocarán males catastróficas.

Quienes sufren TOC pierden horas en el día pensando lo mismo sin poder evitarlo. Para alejarse de las obsesiones, recurren a las llamadas compulsiones, que son actos repetitivos para evitar los acontecimientos a los que temen, como limpiarse las manos de forma repetida. Tal como el protagonista de la película Mejor Imposible, que no podía pisar las rayas del piso o abrir la puerta sin limpiar antes la manilla.

Sobre las causas, se ha hablado de genes que influyen y factores ambientales que desencadenan la patología. Sin embargo, un estudio de la U. de Columbia (EE.UU.) indica que estos trastornos, el síndrome de Tourette y otros desórdenes de tics podrían desarrollarse, en alguna proporción, por una respuesta inadecuada del sistema inmune al atacar a una bacteria llamada estreptococo que causa infecciones en la garganta.

MAYOR INVESTIGACIÓN
Esto no significa que todos los TOC tengan este origen, pero sí se abre la investigación sobre un mal que afectal al 3% de las personas.

El estudio demostró esta nueva arista con pruebas en ratas. Los científicos sabían que las bacterias estreptocócicas -las mismas que causan faringitis- pueden causar trastornos autoinmunes, como tics incontrolables, que se asocian al TOC. Por ello, introdujeron la bacteria en dos grupos de roedores: los primeros con un sistema inmune normal y los segundos con uno deficitario. Estos desarrollaron conductas repetitivas relacionadas al TOC.

Como dice Roberto Amon, siquiatra y director de la Asociación Chilena para el Estudio de Trastornos Obsesivo Compulsivos (Atoc), el estreptococo tiene ciertas proteínas que el sistema inmune deficitario reconoce como peligrosas y emite anticuerpos contra ellas. La estructura de las proteínas de esta bacteria, sin embargo, en algunas personas se parece a los ganglios basales, estructura cerebral encargada de planificar hábitos cognitivos y motores. Por eso, el sistema inmune lo ataca también y se generan síntomas obsesivos agudos.

De todos modos, hace falta más investigación, ya que la bacteria explicaría sólo un porcentaje del TOC. El resto de las causales sigue siendo una combinación de genes y factores ambientales que se mezclan.