La seguidilla de renuncias de parlamentarios a sus partidos que ha afectado a la Concertación en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, y que se han intensificado en las últimas semanas, con la dimisión del diputado Marco Enríquez y el senador Carlos Ominami al PS y la inminente salida del senador Roberto Muñoz Barra del PPD -´programada para esta mañana- está provocando nuevamente la respuesta del oficialismo.
Estas renuncias se suman a la del senador Fernando Flores (ex PPD), Adolfo Zaldívar (ex DC) y Alejandro Navarro (ex PS). Junto a Zaldívar también dejaron la DC los llamados diputados colorines. Cinco en total.
En diciembre de 2007, y tras la traumática renuncia a la falange del ex timonel de la Democracia Cristiana, los senadores Mariano Ruiz-Esquide (DC), Camilo Escalona (PS), Guillermo Vásquez (PRSD) y Guido Girardi (PPD) presentaron un proyecto de ley de reforma constitucional con el objetivo primordial de "mejorar el rol de los Partidos Políticos" y "afianzar su representatividad nacional".
La iniciativa establece en un artículo único que "perderá su condición de Diputado o Senador el que renuncie al partido en cuya representación obtuvo un cargo".
Como inciso se agrega que "no obstante lo anterior, los alcaldes y concejales cesarán en sus funciones al momento de renunciar al partido político en cuya representación obtuvieron el cargo".
El impulsor de la reforma, Mariano Ruiz-Esquide, realiza gestiones para reactivar la tramitación de la iniciativa que se encuentra aún en la comisión de Constitución del Senado. El senador DC solicitará el apoyo de los senadores integrantes de la comisión, Soledad Alvear y José Antonio Gómez.
El proyecto argumenta que los partidos políticos deben mejorar el rol que cumplen, representar ideas claras y programas concretos y deben ser capaces de presentar una mínima disciplina interna que justifique la petición de votos en las elecciones nacionales y dar un ejemplo de compromiso de sus representantes con las ideas centrales del partido a que pertenecen.