Fue un partido electrizante, digno de una final de Champions, con dos equipos hambrientos de gloria y que brindaron un espectáculo sin igual.

Con una empuje espectacular, y un gol en los últimos minutos de encuentro, Real Madrid alcanzó su anhelada décima Champions League, nada menos que ante su clásico rival.

Con tantos de Sergio Ramos, Gareth Bale, Marcelo y Cristiano Ronaldo, "la Orejona" se fue al equipo de Carlo Ancelotti, que se impuso por 4-1 ante los "colchoneros". Tres de esos cuatro tantos fueron en tiempo suplementario.

Comenzó como una pesadilla el partido para Atlético Madrid. Diego Costa, que trabajó día a día para estar en esta final soñada, salía a los 9 minutos, por el recrudecimiento de su lesión.

El golpe anímico de su salida se tradujo en el dominio de Real Madrid en el inicio, equipo que intentó desbordar a través de su veloz tridente ofensivo (Bale, Benzema y Ronaldo), pero al frente encontró a un tenaz y experimentado equipo rival, que no otorgó espacios y que defendió con oficio y jerarquía.

Los colchoneros además aprovecharon el escaso fútbol de Sami Khedira, quien venía de una lesión, y que no pudo adueñarse del mediocampo. Por el contrario, fueron Gabi y Tiago los que empujaron a su equipo hacia el frente.

Las enormes individualidades del cuadro merengue no podían ante la solidez del equipo conformado por el argentino Diego Simeone.

Angel di María cedió ante la doble marca de Juanfran y Miranda. No apareció Cristiano Ronaldo ni Karim Benzema en la primera parte y Gareth Bale sólo se vio en una jugada, cuando en el minuto 33 se perdió la oportunidad más clara para su equipo.

El galés se atrevió con una gran jugada personal, entró al área eludiendo rivales y cuando se vio sin marca, remató desviado. "Cuando un gol se falla en un arco, se marca en el otro", dice la máxima más efectiva del fútbol, y en la final de la Champions, se aplicó a la perfección.

Tres minutos después, tras un tiro de esquina, el uruguayo Diego Godín saltó más que su rival, Sami Khedira, cabeceó hacia la portería y gracias a la errática salida de Iker Casillas, envió la pelota hasta el fondo de las redes.

El defensa uruguayo se graduaba de nuevo héroe "colchonero", pues también fue el encargado de darle el título de Liga a su equipo, a través de la misma vía: un gol de cabeza.

MILAGRO DE ULTIMO MINUTO

En la segunda parte, Carlo Ancelotti apostó por los ingresos de Isco y Marcelo y su equipo creció en ataque. Los "merengues" intentaron por todas las vías y el partido se tornó emotivo, vibrante, electrizante con llegadas en ambas porterías.

Real Madrid buscó por todas las vías hasta el final, por arriba y abajo, con centros y jugadas colectivas, pero siempre chocaba con la firme zaga colchonera.

Eso hasta el minuto 93, cuando ya la mitad del Estadio da Luz festejaba, y llegó el testazo más importante para los madridistas en los últimos años. Tras un tiro de esquina, Sergio Ramos, emblema del equipo blanco, ganó a todos por alto, y clavó el balón en la portería del excelente Coutois, para desatar el desahogo de los merengues. Final increíble, y la emoción que se trasladaba al alargue.

Y allí, ante el cansancio de los dirigidos por Diego Simeone, Real Madrid fue más y sentenció su victoria más esperada de todas, gracias al tanto de Gareth Bale en el minuto 110.

Ya sin fuerzas, y totalmente jugado en ataque, Atlético no pudo evitar otros dos tantos del equipo blanco, obras de Marcelo (118') y Cristiano Ronaldo (120').  Ahora sí, después de mucha espera a nivel europeo, el Real Madrid, es el más grande de todos.