La final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid se disputará en el estadio de los "merengues", el 17 de mayo, tras el acuerdo al que llegaron ambos clubes y la federación. Los dos equipos debieron ceder, ya que aunque suene extraño, el elenco de José Mourinho no quería jugar en su casa.

Real Madrid propuso, según destaca As, como recinto para la final el Camp Nou del Barcelona o el estadio de Mestalla, en Sevilla. La primera alternativa era claramente una provocación para sus grandes rivales, a quienes eliminaron en semifinales. La justificaban diciendo que el estadio catalán era de buena suerte para ellos.

El Atlético Madrid si había solicitado jugar en su recinto, el Vicente Calderón, apelando a una acuerdo no escrito respecto de la última vez que se enfrentaron en una final.

Jorge Pérez, secretario general de la federación, explicó que la propuesta del Santiago Bernabéu se presentó porque "lo lógico es que la final se dispute en Madrid, en el estadio al que mayor número de aficionados puedan asistir".

Agregó, ante los cuestionamientos por ser el estadio de uno de los finalistas que "ese día es un campo neutral bajo el control de la RFEF en el que el aforo está repartido a partes iguales entre las dos aficiones".

Se espera que cada equipo reciba 35 mil entradas para sus hinchas.