Hace 11 años que debutó el género de los realities en la televisión chilena, y si bien tuvieron su época de esplendor en la pantalla, lejos quedaron los 32,1 puntos de promedio que obtuvo La granja VIP, el reality más visto. En la actualidad, Generaciones cruzadas es el vigésimo espacio de telerrealidad producido por Canal 13 y el que más baja sintonía ha obtenido, con 10,5 puntos de rating promedio desde su estreno en marzo pasado (aunque el menos visto fue El experimento, de TVN, que acumuló 6,7 unidades en 2011), cifra por debajo de los 16,5 puntos que obtuvo su antecesor, Mundos opuestos 2.
El género que se tomó la televisión en la última década ya comenzaba a dar señales de debilidad; por ejemplo, el año pasado Mega debió hacer una final anticipada y sacar del aire Trepadores, la apuesta con que la nueva administración del canal pretendía entrar al género.
Pero, a pesar de que el público parece haber perdido interés, hay quienes opinan que más que desaparecer, los realities deben reinventarse. "Partieron con gran expectativa, por eso les fue tan bien, pero luego dejan de ser novedad, y el público se aleja y se mantiene sólo al que le gusta este tipo de programas", analiza Cristián Mason, que dirigió el exitoso reality de TVN Pelotón. "No creo que el formato tiene que morir, sólo ya se estabilizó en su audiencia. Es lo mismo que pasó en su momento con las áreas dramáticas, que fueron un boom. Ahora la teleserie más exitosa marca 20 puntos y el resto está cerca de los 12".
Un fenómeno que Ricardo Torres, experto en televisión, compara con lo ocurrido con los programas de farándula. "El diagnóstico es el mismo, es genérico. Se trata del cambio social, del vuelco en los valores, más comunitarios, de justicia y colaboración", dice el especialista, agregando que "en ese contexto tiene un impacto con programas que juegan con valores opuestos".
Además, ambos géneros se retroalimentan: la farándula tiene temas a raíz de los realities y, a su vez, éstos toman figuras faranduleras para someterlas al encierro. "Es un efecto dominó, donde se potencian, y cuando uno deja ser relevante, es obvio que el otro se vea perjudicado", agrega Torres, quien también destaca que no cree que sea el fin de este tipo de programas. "La innovación va a implicar un cambio editorial, porque siempre hay gente dispuesta a ver este tipo de programas", dice. "En otros países, los realities siguen siendo exitosos, pero bajo otros paradigmas, donde la competencia y demostrar habilidad física no son lo central, sino que generar impacto en la sociedad", señala.
Sobre esa teoría están trabajando en Mega, que para el segundo semestre de este año espera estrenar un nuevo dating show, de la mano de Ignacio Corvalán (40 y 20). Según explican en la señal de Bethia, lo que los llevó a seguir confiando en el formato es que "afuera está lleno de realities exitosos. La clave está en tener un buen casting de personajes y una propuesta entretenida". Es por eso que las mismas fuentes adelantan que si este proyecto funciona, harán nuevos espacios del género, ya que tienen también entre sus filas a Nicolás Quesille, que ha presentado varios proyectos relacionados.
Mientras, en Canal 13 está en preproducción la final de Generaciones cruzadas, que se realizará los primeros días de junio. Según explican al interior de la estación de Luksic, "el Mundial da el pie para poder terminar el programa y cambiar de programación", aunque asumen que si el espacio hubiese tenido buenos resultados, podría haberse alargado. La estación, además, en el mismo período sacará del aire el espacio de farándula Alfombra roja. Esta decisión obedece a la necesidad de "alejarse de este tipo de temas", explican.