Una vez al mes, un grupo de madres se reúne a hacer teatro en el Hospital Sótero del Río. La actividad no es un pasatiempo más. Todas ellas tienen en común una historia de vida compleja, porque día a día sacan adelante a sus hijos, que tienen discapacidades o enfermedades crónicas graves.
Hay madres de pequeños con cardiopatías, daños neurológicos, síndrome de Down, niños que deben alimentarse con sondas o usar medicamentos especiales. Y las dinámicas teatrales en las que las madres participan, tienen mucho que ver con sus hijos: les sirven para superar los momentos difíciles y ayudarse a sí mismas.
LA INICIATIVA
Hace tres años, a la pediatra María Eugenia Ávalos, coordinadora técnica del Centro de Niños con Necesidades Especiales de Atención en Salud (Nineas), se le ocurrió una idea: capacitarse en psicodrama para ayudar a las familias de los niños que ella y sus colegas atienden en el Hospital Sótero del Río. Utilizando las herramientas del teatro para hacer terapia, lo que hizo fue entrenar a las mamás para que representaran las historias vividas por ellas mismas. Claro que con la particularidad de que quien era la protagonista de la historia, no actuaba, sino que la veía como espectador.
"La mamá, al mirarlo desde fuera, puede tomar mejores decisiones. El conflicto ya no es el mismo, puede distanciarse si es algo doloroso. Y tomando esa experiencia me di cuenta que el teatro es una herramienta muy poderosa para hacer terapia, porque cambian las actitudes", comenta.
De hecho, Ávalos asegura que las madres suelen llegar al taller con muchas culpas por las discapacidades de sus hijos. Desde que ellas no se cuidaron lo suficiente en el embarazo, hasta que quizás subieron muchas escaleras y por eso sus hijos nacieron con algún mal. "En el taller, junto a la sicóloga, se trabaja en esa culpabilidad", comenta Ávalos, y asegura que las madres suelen tener muchos avances en el apego de la relación con sus hijos y en cuidarse a ellas mismas, saber que tienen potencial para muchas cosas y saber que son capaces de enfrentar los momentos difíciles.