Como todos los años, el Museo de Historia Natural de Nueva York, realiza una profunda limpieza a una de sus mayores atracciones: la ballena azul de 28,65 metros y 9.54 toneladas, que se encuentra ubicada en el salón Milstein de Vida Marina.
Entre el lunes y miércoles de esta semana, una operaria se subió a una grúa para poder alcanzar todos los rincones de esta reconstrucción en fibra de vidrio del cetáceo.
Quienes asistieron al museo ubicado en Central Park, pudieron observar cómo los especialistas utilizaban cepillos y aspiradoras de mano para limpiar el polvo acumulado los últimos meses.
La ballena azul es el animal vivo más grande de la Tierra, y mantienen su peso con una dieta a base de pequeños crustáceos, llamados krill.
Este modelo en particular, fue construido a mediados de la década de los '60, a partir de fotografías de un ejemplar hembra encontrado muerto en 1925, en América del Sur.
Pero en 2001, el Museo realizó una total renovación de la ballena, arreglando algunas partes que no habían quedado bien definidas, como los ojos (antes estaban excesivamente abultados), se rediseñaron los respiraderos de la ballena y se angostó la cola.