Los diputados Giorgio Jackson, Gabriel Boric, Vlado Mirosevic y Cristina Girardi expusieron en la comisión de Constitución de la Cámara las iniciativas que impulsan para rebajar la dieta parlamentaria.
La primera de ellas busca modificar el artículo 62°de la Constitución por el siguiente: "Una ley determinará la dieta que percibirán los Diputados y Senadores, incluidas todas las asignaciones que a éstos correspondan." De esta manera, la materia ya no estaría establecida en la Carta Fundamental sino que se legislaría en una ley aparte.
La otra iniciativa propone rebajar de la dieta de los legisladores a 20 sueldos mínimos, lo que equivale aproximadamente a 4 millones de pesos.
"Año a año producto del reajuste se genera un aumento en la desigualdad absoluta (...) esto ha generado que a lo largo de los años los aumentos son sustantivamente mayores al sueldo mínimo, generando una brecha cada vez más alta", señaló Jackson.
"Con la disminución que establecemos sería un sueldo bruto superior a los 4,5 millones de pesos. Por lo tanto no creemos que esto merme la posibilidad de que sea considerado un sueldo que permita mantener no solo a una persona sino que a una familia, está muy por sobre el estándar de la población y seguiría siendo parte del 5% al 3% de población con mayores ingresos", añadió Jel diputado de Revolución Democrática.
Sin embargo, el parlamentario aseguró que la rebaja de la dieta ayudará a que el Congreso "sea un espacio de mucha vocación pública más que sea un lugar donde atraiga por la renta".
Por su parte, el diputado independiente, Gabriel Boric, expresó que uno de los problemas actuales de Chile es la desigualdad. En este contexto, "resulta contradictorio e incoherente que nosotros en el Parlamento estemos haciendo grandes discursos para mejorar la desigualdad, y por el otro lado considerando solo la dieta parlamentaria, pasemos a ser parte del 1% ó 2% más rico de Chile. Es una contradicción en sí mismo".
Por otro lado, Boric indicó que "uno de los problemas grandes es que por el sólo hecho de ser parlamentario uno se convierte en una elite económica, y ser parte de ella genera una disociación con la realidad de una mayoría del país que al largo plazo distorsiona el trabajo parlamentario, o la función parlamentaria que es la representación".
"Que hoy la mayoría de los parlamentarios sean parte del sector más acomodado de la sociedad y no sean parte de la realidad promedio de la mayoría de los chilenos, hace que las urgencias que muchas veces tenemos en el Parlamento no sean las mismas para la mayoría de la población".
En esta línea, Boric aseveró que "nuestra propuesta no implica un voto de pobreza, sino un sueldo que sigue siendo muy por sobre la media".