Los rebeldes del movimiento chiita de los hutíes, se desplegaron hoy, en las inmediaciones del Parlamento yemení, en Saná, horas después de la renuncia del presidente del país, Mansur Hadi, Abdo Rabu Mansur Hadi y el gobierno del primer ministro, Jaled Bahah.

Según pudo constatar la agencia EFE, hombres armados del movimiento también conocido como Ansar Alá -seguidores de Alá- instalaron barricadas improvisadas en las calles que conducen a la Cámara de Diputados, cerca de la plaza Tahrir, en el centro de la ciudad, donde cortaron el tráfico.

Además, una pequeña protesta tuvo lugar en las afueras del campus universitario, donde los manifestantes portaron pancartas que rezaban "No al golpe" y "No a la milicia", en referencia a los rebeldes chiitas.

En unas horas, está prevista una manifestación de apoyo al presidente y al gobierno. El Parlamento es la autoridad legítima en el país, tras las renuncia de Mansur Hadi y el Ejecutivo, en la noche del pasado jueves, provocadas por el conflicto de las autoridades con los hutíes.

La Asamblea Legislativa celebrará una reunión de emergencia el próximo domingo, presidida por el jefe del Parlamento Yahia al Raie, para discutir sobre "la actualización de la situación del país", informó la agencia oficial yemení de noticias, Saba. Está previsto que en esa reunión se decida aceptar o rechazar la renuncia de Mansur Hadi, que puso ayer su cargo en manos de Al Raie.

En el caso de que los diputados accedan, será el propio Al Raie quien asuma temporalmente la jefatura del Estado. En un comunicado emitido anoche, el movimiento rebelde llamó "a la población a salir con ímpetu para demostrar la presencia de medidas a favor de los revolucionarios".

Además, pidió a los líderes militares del país "responsabilidad para calmar la situación y ejercer la labor diaria habitual, como lo requiere el interés nacional y el pueblo yemení".

Mansur Hadi y Bahah justificaron su renuncia ante la actual crisis que vive el Yemen, que ambos líderes dijeron sentirse incapaces de reconducir y ello, pese a que los hutíes y Mansur Hadi acordaron el pasado miércoles un alto el fuego y alcanzaron un pacto por el que, ambas partes, cedían en sus condiciones, con el objetivo de poner fin a la crisis.

Los combatientes chiíes se han hecho con el control en los últimos meses de siete provincias del Yemen, incluida su capital, donde se recrudeció la tensión esta semana con el ataque a las sedes presidenciales.