Los rebeldes prorrusos del Este de Ucrania derribaron este jueves un helicóptero militar cerca de Slaviansk matando a 12 soldados ucranianos,  en una de las peores jornadas para las fuerzas leales a Kiev que tratan desde  hace casi dos meses de poner fin a la insurrección separatista.

El aparato, que transportaba a hombres destinados a relevar a las tropas y a un general de las fuerzas especiales del ministerio del Interior, fue  alcanzado por un misil ruso, aseguró el presidente interino Olexandre Turchinov en el Parlamento.

"Estoy convencido de que nuestras fuerzas armadas [...] llevarán hasta el  final la limpieza de los terroristas y que los criminales que financia Rusia  serán eliminados y se sentarán en el banquillo de los acusados", añadió  Turchinov, que dejará su puesto a principios de junio al vencedor de la  presidencial del domingo Petro Poroshenko.

Turchinov había informado antes acerca de 14 muertos, pero la Guardia  Nacional publicó un balance de 12 muertos y un herido grave.

Se trata de una de las peores jornadas para el ejército ucraniano desde el inicio de las operaciones contra los insurgentes del este. El 22 de mayo, 17  militares perdieron la vida: 16 en la ciudad de Volnovaja, en la región de  Donetsk, y uno más en otro ataque de los insurgentes en la región vecina de  Lugansk. 

Tras los combates que han dejado unos cuarenta muertos (sobre todo  separatistas) el lunes en el aeropuerto internacional de Donetsk, la tensión  sigue al máximo en el terreno.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha  perdido desde el martes el contacto con un equipo de cuatro observadores (un  danés, un estonio, un turco y un suizo).

Por primera vez, los insurgentes reconocieron que están en sus manos y dejaron entrever una posible liberación.

¿ESPÍAS?

"Sabemos dónde están, están sanos y salvos", declaró a Interfax Viacheslav Ponomarev, el  autoproclamado alcalde de Slaviansk, un bastión de la insurgencia en el este  del Ucrania. "Los detuvimos. Vamos a aclarar quienes son, a dónde iban y para  qué y los liberaremos", agregó, estimando, según la agencia, que podrían haber realizado labores de espionaje.

"Necesitamos entender si pertenecen realmente a la OSCE. Se sospecha que serían espías", explicó por su parte Denis Puchilin, uno de los líderes de la  "República de Donetsk", citado por la agencia Ria Novosti.

Según una fuente de la OSCE, que pidió el anonimato, los observadores  estarían detenidos en la región de Lugansk, vecina de Donetsk.

Otro grupo de 11 observadores también fue retenido brevemente el miércoles  en la región de Donetsk. 

La OSCE calificó la detención de los observadores de "sabotaje a los  esfuerzos internacionales" para poner fin a la crisis y a los combates.

GUERRA DEL GAS

Las autoridades ucranianas prooccidentales ven cómo se afianza la perspectiva de una "guerra del gas" con Rusia. 

Moscú, que exige el pago de 2.000 millones de dólares de atrasos este  jueves, y Kiev que pone como condición garantías para que reduzca los precios, siguen sin moverse de sus posiciones.

Ante la falta de acuerdo, el poderoso grupo gasístico ruso Gazprom podría suspender el martes el suministro, lo que podría afectar a algunos países europeos.

Ante la acumulación de deuda ucraniana (3.500 millones de dólares en  total), Gazprom ha decidido imponer un sistema de prepago a partir de junio. 

Por su parte, Rusia ha sellado con Bielorrusia y Kazajastán la creación de  una Unión Económica Euroasiática, un proyecto ansiado por Putin que busca  restaurar la influencia de Moscú en la exURSS.

El presidente bielorruso, Alexandre Lukachenko, estimó que Ucrania tendrá  que sumarse "tarde o temprano" a esta unión.