El rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) dio hoy un ultimátum de 48 horas al régimen de Damasco para cumplir con el alto el fuego y amenazaron que si esto no ocurre ellos dejarán de respetar lo estipulado en el plan de paz del mediador internacional, Kofi Annan.

En un comunicado de la Comandancia Mixta del ELS en el interior de Siria enviado a Efe, los rebeldes exigieron que en este plazo, que concluye el próximo viernes a las 12.00 hora local, las fuerzas leales a Bashar Assad, cesen toda forma de violencia.

Los insurgentes pidieron, además, la retirada del armamento pesado de las ciudades, el suministro de ayuda humanitaria, la liberación de los detenidos políticos y la entrada de los medios de comunicación en el país, como establece el plan de Annan.

"No hay ninguna justificación para continuar respetando unilateralmente la tregua, ya que Assad la ha sepultado con la comisión de masacres", aseguró en el comunicado el vocero del ELS en el interior de Siria, el coronel Qasem Saadedin.

Saadedin, que firma un comunicado escrito y aparece leyendo el mismo en un vídeo, cita como razones la reciente masacre de Houa, en la que murieron más de un centenar de personas, y las violaciones del régimen de los derechos humanos y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

"El régimen es la única fuente del terrorismo y de la violencia, que a su vez genera organizaciones terroristas, y es nuestro deber defender y proteger a los civiles", subrayó el coronel.

El ELS consideró que la defensa de los civiles no contradice la legislación internacional y afirmó que el grupo es "el pilar del cambio civil y democrático y el garante de la unidad y la seguridad del Estado tras caída del régimen".

En la nota, los rebeldes también pidieron el inicio de "negociaciones serias y verdaderas" con la mediación de la ONU para la entrega del poder al pueblo.

Por último, indicaron que anunciarán en los próximos días "un conjunto de resoluciones cruciales, valientes y decisivas que definirán las características de la etapa próxima".

Este ultimátum se produce un día después de que Annan pidiera a Damasco "medidas audaces" inmediatas para frenar la violencia, en una reunión con Al Asad en Damasco.

A pesar del compromiso que las partes enfrentadas mostraron por el plan de paz de Annan y la presencia en el terreno de los "cascos azules", la violencia continúa en Siria y se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas desde que estallara en marzo de 2011, según cifras de la ONU.