Las autoridades colombianas recapturaron a un integrante de la guerrilla de las FARC que había quedado en libertad por orden de un juez del departamento de Santander, ubicado en el noreste del país, confirmó este sábado un portavoz oficial.

José Zamora, alias "Chucho", quien era considerado uno de los hombres cercanos al abatido jefe militar de las FARC, alias "Mono Jojoy", fue recapturado pocos minutos después de haber recuperado su libertad.

El comandante de la Policía Metropolitana de la ciudad de Bucaramanga, general José Angel Mendoza, dijo que el guerrillero fue detenido a su salida de la cárcel por una nueva orden de captura emitida en su contra.

"La Fiscalía Octava de Bogotá expidió una nueva orden por el delito de secuestro extorsivo. En las próximas horas este hombre será dejado a disposición de las autoridades competentes", señaló.

Mendoza también aseguró que será el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) el que determine si Zamora regresa a la cárcel de Palogordo, donde se encontraba recluido, o si lo remite a un centro carcelario de Bogotá.

El juez de Bucaramanga Juan de Dios Solano había ordenado este viernes la libertad del integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) al considerar que al momento de su captura, el 29 de octubre de 2008, se cometieron algunas irregularidades.

"La gente no se puede escandalizar porque se protege la libertad de un presunto delincuente cuando no se han cumplido unas formalidades que deben ser realizadas por las autoridades", señaló Solano al justificar su determinación.

"Las críticas deben ser para esas autoridades que lo capturaron, porque no hicieron bien su trabajo", agregó.

La recaptura del insurgente se dio pocas horas después de que el juez reclamó a las autoridades cumplir su determinación judicial.

"Chucho" fue capturado en 2008 en la zona rural del departamento del Tolima (centro) y está condenado a 19 años de cárcel por los delitos de rebelión, homicidio agravado, terrorismo y secuestro.

Entre las acciones que se atribuyen al insurgente están la activación de un carro-bomba en la estación 100 de la Policía de Bogotá y se le relaciona con el atentado que las FARC hicieron al capitalino club El Nogal en 2003, donde unas 36 personas murieron y cerca de 200 resultaron heridas, entre otros hechos.