El alcalde de Brekeley (Misuri, EE.UU.), Theodore Hoskins, anunció ayer una investigación para aclarar el tiroteo en el que un policía mató a un hombre afroamericano que iba armado, al tiempo que señaló que este caso no es comparable con el sucedido en la ciudad vecina de Ferguson.
En una rueda de prensa, Hoskins, afroamericano, lamentó que cuando se conoció el suceso de lo que se hablaba era de que "un policía blanco ha matado a un afroamericano".
Pero Hoskins señaló que este caso no se puede comparar ni con el de Ferguson, en el que un agente mató a un joven desarmado, ni con la muerte de otro afroamericano en Nueva York por una llave no autorizada que le aplicó un policía cuando intentaba detenerlo.
Hoskins lamentó el suceso pero señaló que, según se ve en el vídeo de vigilancia de la gasolinera donde se produjo el tiroteo, el joven fallecido, identificado como Antonio Martin, de 18 años, apuntó directamente al agente con un arma.
El alcalde consideró que la acción del policía "pudo haber salvado su vida".
El tiroteo provocó un par de horas de tensión en las inmediaciones de la gasolinera, donde acudieron manifestantes que se enfrentaron a la Policía y lanzaron material pirotécnico.
Por su parte, el jefe del departamento del Condado de St. Louis, Jon Belmar, dijo entender las "emociones" y señaló que su departamento llevará a cabo una investigación independiente.
Belmar indicó que el policía, que no identificó por su nombre, tiene 34 años, con seis de experiencia en la institución.