De manera abrupta culminó hoy la huelga de hambre que la semana pasada habían iniciado presos de diversos módulos de la cárcel El Manzano de Concepción, a la cual finalmente se habían adherido cerca de 1.500 reclusos, quienes decidieron terminar con su movilización tras acusar diversas presiones por parte de funcionarios de Gendarmería.
El ayuno tenía como objetivo reclamar por el hacinamiento que registra el recinto -el edificio antiguo tiene 1.640 internos y fue creado para mil-, además de buscar una solución ante los inconvenientes que tienen para recibir a las visitas.
Pero hoy David Romo, vocero externo de los presos, dio a conocer que la medida de presión se daba por finalizada, debido a que por ejemplo los internos del módulo 7 habían sido golpeados por gendarmes durante el fin de semana, mientras que a los del 4 y 5 los habrían amenazado con quitarles las visitas y trasladarlos a otros recintos.
"Además a las mujeres les hicieron tira el documento que tenían que presentar en el cual oficializaban el inicio de la huelga", señaló Romo, quien informó que no se quedarán de brazos cruzados ante lo acontecido.
"Mañana iré a tribunales para interponer un recurso de amparo y de protección por la situación vivida, porque esto no puede ser posible y se deben tomar acciones", afirmó el vocero, quien hará la presentación en la Corte de Apelaciones de Concepción.
En todo caso desde Gendarmería negaron que hayan existido tales presiones, aclarando que la huelga culminó por iniciativa de los propios reclusos.