Las recomendaciones están fundamentadas en hallazgos en la Estación de Investigaciones del STRI en Bocas del Toro, sobre la forma en que el ruido de los motores de botes altera la comunicación de delfines nariz de botella mientras se alimentan.
De hecho, el espacio de comunicación acústica de los animales se reduce drásticamente por el rugido de motores, precisó el informe.
El Archipiélago de Bocas del Toro en Panamá es un destino turístico en aumento, con ofertas de observación de mamíferos marinos en los cayos de manglares en el balneario caribeño, pero la población de delfines allí es de unos 200 individuos.
Laura May-Collado, de la Universidad de Vermont, y Shakira Quiñones-Lebrón, de la Universidad de Puerto Rico, indicaron en un estudio que "las actividades intrusivas de observación de delfines y el ruido asociado del motor pueden estar impactando negativamente en la aptitud individual de esta pequeña población de delfines".
Entre el 2004 y el 2012, May-Collado y su equipo colectaron 56 horas de grabaciones de silbidos de 47 individuos, identificados en fotografías. Las grabaciones fueron hechas en temporada baja en presencia de dos a 17 barcos de avistamiento de delfines, con una facturación por hora de 34 naves.
Durante el pico de la temporada turística, en un solo día hasta 100 barcos pueden interactuar con los delfines. Al menos 10 delfines murieron entre el 2012 y el 2013 en colisiones con naves en Bocas del Toro.