El gobierno neozelandés estimó hoy que el costo para reconstruir la ciudad de Christchurch tras el terremoto del pasado martes, de magnitud 6,3 en la escala de Richter, alcanzará los US$7.500 millones. Sin embargo, la cifra que contrasta con los US$ 20 millones que proyecta la Cámara de Comercio local.
Mientras tanto, continúan las tareas de rescate con maquinaria pesada y grúas, aunque las esperanzas de encontrar supervivientes son prácticamente nulas.
Hasta el momento, 113 cadáveres han sido recuperados de entre las ruinas de los edificios colapsados en Christchurch, mientras 200 personas permanecen desaparecidas. Algunas de ellas podrían estar entre los cadáveres aún no identificados, informó la policía de la ciudad, que teme que sean más de 200 las víctimas mortales. Además, las autoridades calculan que hay víctimas de unos 20 países. El ministro de Asuntos Exteriores, Murray McCully, dijo que confiaba que en un plazo de dos días las autoridades tendrán suficiente información para confirmar la identidad de algunas de las víctimas que se presume son extranjeras.
Bajo la torre de la catedral se cree que hay 20 muertos y en el edificio de la televisión Canterbury apenas se pudo avanzar. Los equipos de rescate ya no han encontrado supervivientes desde el miércoles, mientras las tareas de rescate se ven dificultadas por la lluvia y el viento.
Los bomberos temen que los escombros más inestables constituyan un peligro para los propios equipos de rescate.
Mientras tanto, decenas de miles de personas abandonaron la devastada ciudad. Miles de personas se quedaron sin casa, tras su quedar destrozadas sus viviendas. Las autoridades cerraron hoy un albergue por miedo al brote de sarampión y disentería.
El terremoto, de magnitud 6,3 en la escala de Richter, asoló Christchurch, ciudad con 390.000 habitantes, a las 12:51 hora local del martes.