1. "No creo temerle a la muerte. Más bien le temo a la posibilidad de que exista otra vida (...) Yo no quisiera volver a ser Borges. Eso es lo que me aterra. Tengo mucho miedo a la inmortalidad del alma. Es horrible la idea de tener que vivir en otra parte".

2. "Las mujeres me han hecho desdichado, pero la felicidad que he obtenido de ellas compensa toda la desdicha. Es mejor ser feliz y desdichado que no ser ninguna de las dos cosas".

3. "La tarea del escritor es solitaria. Pero me di cuenta que fui leído. Entonces uno se hace de amigos invisibles. Y uno se da cuenta que lo quieren a uno. Son amigos míos, a pesar de haber leído mis libros".

4. "La familia de mi madre era católica, como dije, a la manera de los países latinos, de un modo superficial. Mi padre era agnóstico, es decir, librepensador, y nos llevábamos todos muy bien, eso jamás provocó una discordia".

5. "Creo que el primer trabajo fue una versión de El Príncipe feliz (Oscar Wilde), que se publicó en el diario El País, de Buenos Aires. Tendría unos 7 u 8 años de edad. A través del tiempo no sé si soy inteligente, pero mi vida ha sido literaria".

6. "Yo creo que todos los libros que he leído han influido en mi obra, que todos mis amigos han influido en mi obra, que sin duda mis antepasados, mis mayores han influido en mi obra".

7. "Yo no podría vivir fuera de Buenos Aires, estoy acostumbrado a ella como estoy acostumbrado a mi voz, a mi cuerpo, a ser Borges, a esa serie de costumbres que se llaman Borges".

8. "Soy Doctor Honoris Causa de Tucumán, de Nueva York, de universidades italianas, colombianas, mexicanas, luego de Harvard, de Oxford, de la Sorbona, pero creo que no puedo llamarme Doctor ya que estos doctorados Honoris Causa son un favor que le otorgan a uno y que por supuesto agradezco, ya que es un honor, aunque no sé si lo merezco".

9. "Para mí, mi mejor libro es el que se titula El libro de arena. Es de fácil lectura, es un libro breve, no uso ninguna palabra que requiera el uso del diccionario. Es un libro de cuentos, y otro libro de cuentos que me gusta es El informe de Brodie. El libro de arena es el único del que estoy satisfecho".

10. "Yo no creo ser un gran escritor. Sin salir de este país hay escritores muy superiores a mí. Yo me considero siempre un chapucero. Mal escritor, pero buen lector. He pasado la mayor parte de mi vida leyendo en diversos idiomas".

11. "Todo lo que escribo es autobiográfico, no cuento nada tal como ocurrió. Una prueba de que soy un poeta, aunque no estoy seguro de serlo, es que tiendo a reducir todo en fábulas; en metáforas, es decir nunca cuento nada abiertamente y entiendo que ese es el deber del escritor, porque si no, es simplemente un periodista o historiador…".

12. "Yo me estoy quedando ciego. De pronto me he visto obligado a estar más conmigo mismo, dentro de mí mismo. Las cosas externas van perdiendo importancia y creo que gracias a esto estoy llegando hacia el centro de mí mismo: a lo que es Jorge Luis Borges".

13. "La función literal no hace al verso, por eso es imposible traducir un poema. Por ejemplo, un título lindísimo de Lugones es Los crepúsculos del jardín. Ahora, si Lugones hubiera puesto Las penumbras de la quinta o Las tardes de la granja, la idea hubiera sido la misma, pero no la imagen poética".

14. "Creo que, en general, con las salvedades necesarias, los hombres que se dedican a esa profesión (políticos) son los menos interesantes. Y es que una persona que se dedica a hacerse popular, a hacerse retratar, a que voten por él, no puede ser una persona muy compleja".

15. "Yo no sé. A mí no me interesó nunca la política. Me interesa más la ética. Creo que si cada uno actúa éticamente eso puede tener un efecto político muy grande".

16. "Creo que por el momento necesitamos unos 200 años de dictadura, y después, desde luego, bastante más civilizados, prescindir del gobierno. Ser conservador es una forma de ser escéptico".

17. "Mi vida ha sido una serie de equivocaciones. No puedo dar consejos, ando un poco a la deriva, cuando pienso en mi pasado me avergüenza. Yo no doy mensajes, los políticos dan mensajes".

18. "La honestidad es tan rara que uno tiene pocas ocasiones de estudiarla. Pero creo que toda persona tiene algo de ejercicios honestos. Por ejemplo yo sé que mi vida ha sido una trama de errores. He pasado gran parte de ella comprobando que los demás tenían razón; sin embargo, he tratado de ser honesto, de no mentir más de lo necesario".

19. "Creo que hay una superstición en eso de leer libros contemporáneos. Schopenhauer decía que 'no hay que leer ningún libro que no haya cumplido cien años porque no podemos saber si es bueno o malo'. Claro que al mismo tiempo se quejaba de que no hubiesen leído sus libros, que no habían cumplido cien años…".

20. "Yo creo que es necesario leer a los clásicos. Un error que se comete es el de leer demasiado a los contemporáneos. (…) En cambio obras de otros tiempos, de otros países… allí uno encuentra continuamente cosas extrañas. Además, ¿por qué negarse esa felicidad que se llama Virgilio, Shakespeare, Cervantes?".

21. "Recuerdo que la única vez que yo conversé con Pablo Neruda -pero era una conversación sin rigor, una conversación que quería ser amistosa más que exacta- llegamos a la conclusión de que el español era un idioma reacio a la poesía, y que era absurdo intentarla. Pero creo que ninguno de nosotros lo creía y la prueba está en que hemos tratado -él con éxito, desde luego- de escribir en español".

22. "La profecía es el más peligroso de los géneros literarios. Sin embargo, me atrevo a profetizar que cierto género policial clásico está a punto de desaparecer. Esto se explica porque en el género policial hay mucho de artificio…".

23. "Fíjese que yo sabía que me jugaba el Premio Nobel cuando fui a Chile y el presidente ¿cómo se llama? -Pinochet. -Sí, Pinochet me entregó la condecoración. Yo quiero mucho a Chile y entendí que me condecoraba la nación chilena, mis lectores chilenos".

24. "El fútbol es feo estéticamente. Once jugadores contra otros once corriendo detrás de una pelota no son especialmente hermosos".

25. "Cada mañana, cuando despierto, recuerdo sueños y los grabo o los escribo. A veces me pregunto si estoy dormido o si estoy soñando. ¿Estoy soñando ahora? ¿Quién puede saberlo? Nos soñamos unos a otros todo el tiempo. Berkeley afirmaba que Dios era quien nos soñaba".

26. "Para el argentino, ser católico es más una cuestión social que espiritual. Significa que uno se alínea con la clase, el partido o el grupo social correcto. Nunca me interesó este aspecto de la religión. Sólo las mujeres parecían tomar la religión en serio. Cuando era niño, cuando mi madre me llevaba a misa, yo rara vez veía a un hombre en la iglesia".

27. "Cuando todavía podía ver, me encantaba escribir, cada momento, cada frase. Las palabras eran como juguetes mágicos con los que yo jugaba y movía de toda clase de formas. Desde que perdí la vista a los cincuenta años, no he podido regocijarme con la escritura con esta naturalidad. He tenido que dictarlo todo, volverme un dictador más que un jugador de palabras. Es difícil divertirse con juguetes cuando uno está ciego".

28. "Es cierto que la idea de la tradición implica un acto de fe. Nuestras imaginaciones alteran y reinventan el pasado todo el tiempo. Sin embargo, debo confesar que a mí nunca me convenció mucho la idea de una tradición hispanoamericana. Por ejemplo, cuando viajé a México, me encantó su rica cultura y literatura nativa. Pero sentí que no tenía nada en común con ella".

29. "Samuel Beckett es muy aburrido. Vi su obra Esperando a Godot y eso me bastó. Me pareció que era una obra muy pobre. ¿Para qué tomarse la molestia de esperar a Godot si él nunca llega? Qué cosa tan tediosa. Después de eso, ya no tuve deseos de leer sus novelas".

30. "Yo digo lo que Bernard Shaw: 'God is in the making' ("Dios está en pleno proceso de creación"). Dios no es algo anterior al universo. Todos nosotros estamos creando a Dios".