Es curioso que el pisco -considerado como un producto "tan nuestro"- comenzara a ser consumido masivamente a nivel nacional recién en los años 80. Pocos recuerdan o saben que la "idiosincrasia piscolera" es más bien un cuento reciente, al que el marketing acostumbró asociar a modelos de calendario, asados domingueros y carretes universitarios.
Pero en el Valle del Elqui, el pisco es mucho más que eso. Sobre todo ahora, cuando algunos de los grandes productores y pequeñas pisqueras artesanales de la zona están buscando darle "otro pelo" al destilado nacional. Desmarcarse de la piscola es la consigna, entregando productos diferenciados, enfocados en la calidad. La idea es dejarse de disputas odiosas por el origen con los vecinos y marcar la diferencia con identidad y reconocimiento internacional, según dicen los productores.
Y para conocer más de este nuevo enfoque y de la arraigada tradición pisquera que existe en el Norte Chico, no hay nada mejor que darse una vuelta por la ruta que ofrece el Valle del Elqui. Es un recorrido breve, pero interesante, que bien puede hacerse como un panorama de un día en su próxima visita a los balnearios de la Región de Coquimbo.
Catar y maridar
Si bien es posible visitar el valle en transporte público desde La Serena (buses y colectivos), lo óptimo para realizar esta ruta es ir en vehículo propio, debido a las constantes detenciones que hay que realizar.
Hay que comenzar el viaje en la mañana para dirigirse hasta Vicuña, a 62 km al interior de La Serena. Aquí se encuentra la primera parada obligada de este recorrido: el Centro Turístico Planta Capel, uno de los principales atractivos de la localidad.
Este lugar cuenta con un completo museo del pisco, con muestras de las primeras botellas que produjo la cooperativa, excelente material explicativo de por qué en esta zona se elaboran destilados de tanta calidad y, por supuesto, se cuentan algunas de las anécdotas que adornan la difusa pero divertida historia de esta bebida alcohólica. Además, las instalaciones continúan funcionando como destilería, lo que permite observar cómo se realiza la producción a gran escala.
Aquí podrá adquirir algunos conocimientos de lo que es una nueva tendencia: el maridaje con pisco. En un principio puede sonar descabellado, pero los enólogos están investigando maneras de combinar el pisco con algunos alimentos dulces. Las líneas Capel y Alto del Carmen pueden ser degustadas con diferentes tortas y pasteles. Todo con excelentes resultados. El valor del tour, que se realiza con guías especializados, es de $ 1.000 y $ 500 si sólo visita el museo. Próximamente se abrirá un tour de clase premium.
Después de realizada esta visita, una buena alternativa para almorzar es la Hostería Vicuña, emplazada en una casona colonial. Aquí, por ejemplo, podrá degustar una excelente plateada con acompañamiento por $7.000 (calle Sargento Aldea Nº 101).
Buscando lo artesanal
En la localidad de El Arenal (a 8 km al oeste de Vicuña por la Ruta CH-41 y a los pies del cerro Mamalluca) se encuentra Pisco Aba, clásica pisquera artesanal creada por la familia Aguirre, una de las pioneras en el desarrollo pisquero de la zona. Su producción es reducida (15 mil botellas al año) y mantiene los procesos antiguos de producción en sus alambiques de cobre de más de 60 años. La visita es gratuita y sólo visitándola podrá adquirir algunos productos que se venden exclusivamente en el extranjero, como el propio pisco Aba ($8.000) y el mango sour de 12° ($1.000). También están a la venta botellas de la línea Fuego ($3.000), el único de circulación nacional. Contacto: f. (51) 411039, Fundo San Juan, El Arenal.
Avanzando por los espectaculares paisajes que nos ofrece el Valle del Elqui a través de la Ruta D-487 llegará hasta Monte Grande. Posterior a la visita obligada de la escuela de Gabriela Mistral ($ 300 de martes a domingo) podrá acceder al Centro Turístico Los Artesanos de Cochiguaz (perteneciente a Capel). Si bien los procesos pueden verse de febrero a abril, durante el resto del año pueden realizarse visitas y degustaciones, donde destacan los tragos preparados y la recientemente repuesta línea de 50º que sólo se encuentra en algunos supermercados.
Continuando por el valle, frente a la plaza del poblado de Pisco Elqui se encuentra la destilería de Pisco Mistral, perteneciente a la Compañía Pisquera de Chile, que junto con Capel son las más grandes del país. El valor de la entrada es de $ 5.000. Bien merecen la pena por un recorrido completo a las instalaciones, que guardan una gran cantidad de maquinarias, artefactos y cubas de principios de siglo. También hay acceso a las bodegas, en las que se encuentran barriles de roble donde se añejan los piscos Mistral y Tres Erres. Algunos de los productos que se pueden adquirir aquí son el pisco Mistral de 40° ($ 4.000), Mistral Nobel ($ 5.000) y el Mistral Gran Nobel (sólo adquirible aquí y en algunos puntos específicos) por $ 18.000.
El recorrido sigue con la visita a la pisquería artesanal Los Nichos, inaugurada en 1868, lo que la convierte en la más antigua del valle. Alguna vez se produjo aquí el pisco Tres Erres y actualmente es la única que mantiene una producción absolutamente orgánica. En la visita, completamente gratuita, conocerá que su nombre proviene de la particular forma de su sala de guardas, que se asemeja a los nichos de un cementerio. Según cuenta la historia, el dueño escribía epitafios cada vez que uno de sus amigos "caía muerto" en la sala luego de una noche de brindis. Algunos de estos "difuntos" fueron personajes bastante connotados, como el propio Presidente Gabriel González Videla.
Aquí podrá adquirir excelentes piscos desde $3.000 hasta $5.500. Contacto: f. (51) 451085, Fundo Los Nichos, Alcohuaz.
Después de esta última pisquera lo mejor es regresar a La Serena antes de que el sol se esconda y los sinuosos caminos del Valle del Elqui se oscurezcan.
Limarí: el valle vecino
En el Limarí también existen pisqueras para visitar. En su mayoría son bodegas familiares con producción bastante boutique. Por ejemplo, Chañaral de Carén, ubicada en el pueblo del mismo nombre y que produce pisco en forma artesanal, con almacenamiento en grandes toneles de madera. Otro es Mal Paso, que elabora un pisco de gran calidad con tecnología de punta. O Pisco Ovalle, que goza de reconocimiento en el mercado nacional y produce únicamente un pisco de 40° añejado durante ocho años en roble americano. Un poco más alejada se encuentra Pisco Bauzá, emplazada en Varillar, poblado distante a 18 km de Monte Patria. Este año fue elegido como el mejor pisco del mundo por la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vino y Licores.